Sempiterno [Jumin Han x MC]

Capítulo 38

Al llegar a su academia el ritmo de trabajo no disminuyó. Lo primero fue impartir las clases de baile del nuevo grupo de niños con discapacidad, las disfrutaba como ninguna otra que antes hubiera dado. Esos niños y niñas estaban llenos de una vitalidad increíble, sin miedos ni pena, y agradecidos al igual que sus padres de que alguien los aceptara y tuviera paciencia enseñándoles a bailar.

Lo siguiente fue Zen, pero ahora ensayaba con su pareja del musical. Desde hacía unas semanas la chica le había pedido ayuda a MC después de que el albino le contara que estaba recibiendo clases. Ella aceptó sin ningún problema, es más sabía que para que la actuación saliera perfecta Zen tenía que hacerlo con su compañera y no solo con ella. Ya que no quería dinero a cambio porque lo hacía por su amigo, ambos le llevaban flores, bombones, galletas caseras o cualquier cosa que se les ocurriera. Y como no una entrada especial en primera fila para poder ver el musical que ya sería en pocos días.

Y finalmente comenzó con el papeleo. Facturas de suministros, de algunos equipos necesarios que tuvo que comprar, el pago al fontanero por el arreglo de un grifo que se rompió, al carpintero para reparar la tablilla encharcada y al pintor para la pared que iba a empezar a generar humedad después del incidente.

— El ingreso de la nomina de mi empleada listo, el pago a los profesionales listo, el agua y la luz también... ¿Qué me falta?.- Se quedó pensando mientras miraba los papeles y el ordenador.- ¡Claro! El pago de la calefacción, con el frío que hace no quiero que me corten el suministro.

Nuevamente volvió a teclear en su ordenador hasta finalizar, comprobando que nada se le olvidara. Una vez terminado se recostó en la silla mientras la cabeza le daba vueltas, la visión otra vez se le nublaba y el cuerpo le pesaba más y más. La piel se le empezó a erizar por todo el cuerpo a la vez que numerosos espasmos la sacudían. <<¿Qué mierda me está pasando?>> Pensó. Intento levantarse de la silla haciendo un esfuerzo sobrehumano cuando un dolor intenso se instaló a lo largo de todo su cuerpo haciéndole volver a sentarse a la fuerza. Chasqueó la lengua maldiciendo, respiró hondo un par de veces y agarró su móvil para llamar a Jumin y que fuera a buscarla.

— Maldito estúpido, cuando se le necesita no contesta.- Gruñó después de llamarlo tres veces sin respuesta.

Miró la pantalla viendo el número de Rika detenidamente, antes de volver a Corea siempre que se sentía tan mal la llamaba para despejar la cabeza. Nunca le decía la verdad, siempre era alguna excusa como que estaba estresada o agobiada y la rubia ya le empezaba a contar alguna anécdota que le hubiera sucedido. No era la primera vez que MC estaba tumbada en su cama retorciéndose de los dolores, pero escuchando a su amiga para intentar evadirse. Pulsó sobre su nombre y empezó a sonar el tono de llamada.

— Dime MC.

— ¿V? ¿Y rika? ¿Donde está?

— Oh... Rika...-Murmuró V a través del teléfono.- Está en la cama ahora mismo, acaba de quedarse dormida.

— ¿Sucede algo con Rika? He intentado llamarla y nunca me contesta o me contestas tú. Tampoco viene cuando nos juntamos y siempre tienes alguna excusa para justificarla...

— Solo tiene una mala temporada, no te preocupes. ¿Necesitabas algo?

— No... Da igual. Pediré un taxi, gracias V.

— Donde estás que voy a buscarte.

— En mi academia, pero de verdad no te preocupes. Cuida a Rika... Y dile que la quiero, que no se olvide de su mejor amiga por favor.

Acto seguido finalizó la llamada y como pudo intentó recoger lo máximo posible. Iba despacio guardando los papeles dentro de los cajones, sus brazos se movían lentos por mucho que intentara aumentar la velocidad, apagó el ordenador y nuevamente con un esfuerzo sobrehumano se levantó de la silla procurando no volver a caerse sobre la misma.