Sagitario yacía encadenada a una piedra, su figura estaba marcada por los estragos de la batalla, su cuerpo golpeado y cubierto de polvo. Parecía estar agotada y abatida por la lucha que había librado. Al escrutar su entorno, se podía ver a Ares y Aledis, junto al codiciado tridente de Poseidón, que ambos parecían ansiosos por arrebatar de las manos de Sagitario.
-Veo que ya despertaste, lástima que acabaras así, no pensé que la guerra acabaría tan pronto- dijo Aledis acercándose a Sagitario- pensé que serías más insistente, pero te diste por vencida tan rápido, es una lastima
-No cometeré el mismo error dos veces Aledis, me subestimas demasiado
-Atada, ¿enserio?, lo bueno es que aún te queda un poco de esperanza
Sagitario tomó una piedra del portal y la lanzó con precisión hacia el tridente. El impacto hizo que el tridente cayera al suelo, y al hacerlo, se abrió un portal en el que el arma quedó atrapada antes de que el portal se cerrara de nuevo.
-Nunca había tenido más esperanza en mi vida
Aledis golpeo a Sagitario con el puño directo al estómago, ella solo sonrió mientras sangre salía de su boca
-El perro siempre cae en las mismas trampas
-Cuando tenga ese tridente en mis manos de nuevo serás la primera en morir a manos de él
-Lo esperare con ansias, de hecho, es increíble como tienes a un dios sirviéndote Aledis, eres realmente inútil, de todo este tiempo no has hecho nada, solo dar órdenes
-¿Quién te crees para hablar de mi tan tranquilamente?
-Ninfa de Sagitario- dio un pequeño empujón hacia enfrente que le permitió traspasar las cadenas-no eres la única con trucos nuevos Aledis
-Estas al borde de la muerte Sagitario, espero y estés lista para morir
Aledis desenvainó una lanza, mientras que Sagitario agarró con firmeza su arma. La imagen de Sagitario estaba marcada por la fatiga, la suciedad y las heridas que habían acumulado durante la batalla. Aledis, por otro lado, tenía una ventaja clara, ya que un golpe certero podría poner fin a la lucha en un abrir y cerrar de ojos.
Ambas combatientes se lanzaron una contra la otra en una carga frenética. Una flecha de Aledis pasó rozando a su oponente mientras ella apuntaba la lanza directamente hacia el estómago de Sagitario. La batalla se convirtió en una lucha de fuerza, con Sagitario tratando de evitar ser atravesada por el arma de Aledis y esta última luchando por liberarse de su oponente de una vez por todas. La tensión en el aire era palpable mientras ambas contendientes se esforzaban al máximo por ganar la supremacía en el combate.
-Fallaste, es una lástima que no sepas hacer algo tan básico de una ninfa- decía Aledis mientras hacía el esfuerzo de matar a Sagitario
-No lo creo- Sagitario tomó el hombro que tenía más próximo de Aledis, poniendo una mano sobre ella y llamando de regreso la flecha que había "fallado" perforándole el hombro.
Aledis soltó la lanza con un gruñido de molestia, su hombro sangrante requería atención. Mientras tanto, Sagitario extendió la mano, atrayendo su flecha de regreso, lo que provocó que Aledis lanzara un grito de odio mientras la observaba con furia.
Sagitario, agotada por la intensa pelea, se retiró de Aledis y tomó la última piedra de la cascada, utilizando su poder para regresar al templo de las ninfas.
Cuando Sagitario llegó, encontró el tridente de Poseidón frente a ella. Con gran esfuerzo, se arrastró hacia él y, al tomarlo en sus manos, inhaló profundamente. Sin embargo, apenas logró sostenerlo antes de desvanecerse.
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Guerreras del Olimpo
FantasyHace algunas eras, en el reino celestial del Olimpo, las ninfas, directas descendientes del poderoso Zeus, vivían en constante vigilia junto a Helios, el dios del sol. Como testigos de cada acontecimiento en el Olimpo, observaban las disputas y riva...