Capítulo 11

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Las ninfas llegaron a Atenas, lugar donde se encontraba el templo de Ares fuera del olimpo. Todo estaba tranquilo, aparentando estar desolado a los ojos de quien pasara, sin embargo, ellas estaban seguras de lo encontrarían dentro.

-Quiero acabar de una vez por todas con esto- dijo Escorpio sacando sus cadenas y caminando hacía al templo de Ares

Libra desenvainó su látigo, Géminis blandió su guadaña, Virgo empuñó sus afiladas adagas y Aries hizo girar sus chakrams. Todas estaban preparadas para el combate en cualquier momento. Cuando intentaron acercarse al templo de Ares, se encontraron con un círculo de fuego que bloqueaba su paso. Virgo, sin vacilar, corrió hacia el fuego y lo atravesó con una de sus dagas. Sin embargo, el fuego pareció cobrar vida y la arrojó violentamente lejos de su ubicación original.

-No me esperaba menos de Ares- comentó Aries con determinación mientras cruzaba los brazos

-Siempre debe haber un lugar por donde podamos entrar-comentó Virgo mientras se paraba y recogía sus Adagas

-Siempre lo hay, ¡el despertar de los muertos!

La tierra circundante se transformó en soldados que avanzaban hacia el círculo de fuego. Este ardiente obstáculo intentaba deshacerse de cada uno de los soldados, pero su número crecía constantemente. Finalmente, el fuego se concentró en un solo flanco, permitiendo que las ninfas avanzaran indemnes por el otro lado. Con decisión, las ninfas cruzaron hasta llegar a la entrada del templo. Al ingresar, se encontraron con Ares, quien estaba sentado de espaldas a la puerta. Virgo actuó con rapidez y se abalanzó hacia él, colocando una de sus afiladas adagas en su cuello, mientras las otras ninfas se aproximaban frente a él.

-Ninfas, siempre es un gusto verlas-dijo Ares con una sonrisa burlona y de manera sarcástica- te dije que volverías a mí tarde a temprano Aries, ¿y las demás? ¿ya las dejaron? vaya, les dije que...

-Cállate Ares-interrumpió Escorpio-¿dónde está Aledis?

-No lo sé, puede estar en cualquier lugar

-No quieras hacerte el chistoso Ares-dijo Virgo mientras apretaba más la Adaga contra el cuello del dios

-Esto fue muy fácil para llegar hasta Ares-dijo Libra

-Nada es fácil con él-afirmó Aries mientras observaba a todos lados con la mirada

-Me sorprende el que hayan creído que podían llegar y vencerme así de fácil-dijo Ares antes de desaparecer y reaparecer enfrente de ellas-a mí, el gran dios de la guerra, puedo decir que estoy ofendido, pero se las he dejado fácil por una razón muy sencilla que Aries conoce mejor que todas-dijo mientras señalaba a la ninfa con el dedo- ustedes se han separado de las demás por una razón, anteriormente les dije que no pueden estar sirviéndole a gente tan mediocre, por favor, ¿Sagitario? ¿enserio? no tiene el potencial que pudieron haber tenido ustedes para liderar las ninfas, todas sabían de quien era ese puesto- dirigió su mirada a Escorpio y Aries- y todas estaban de acuerdo, vamos a tomar venganza por las veces que las hicieron menos, pisotearon y les quitaron lo que era suyo.

-¿Qué nos darás a cambio Ares? tú tendrás poder después de vencer a los dioses, el Olimpo, el mar y el inframundo estará en tu poder-observo Escorpio

-Tu oferta es tentadora Ares, podemos ser parte de tu ejército y llevarte hasta la gloria, solo que por el precio justo- comentó Virgo

-Somos ninfas, jamás cederemos ante un ofrecimiento de poder-dijo Libra mientras miraba a los demás

-Lastima Libra, cuando tengas que hacerlo forzosamente te arrepentirás de no acceder cuando se te ofreció- dijo Ares

-No les puedo ofrecer nada más que venganza y poder, y a juzgar por su interés creo que es suficiente

Guerreras del Olimpo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora