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Capítulo 13.

"Quien te hace daño es quien al final te necesita."

Saque todo mi aire cuando sentí sus fríos dedos contra mi clítoris. En menos de lo que pensaba, ya había introducido un dedo dentro de mí. Cerré los ojos, y Harry se acomodó mejor entre mis piernas -ahora abiertas-.

--Ha...Harry-- Traté de advertir, pero un gemido involuntario invadió mi boca.

Tomé mi labio con mis dientes cuando empezó a hacer pequeños y llenantes movimientos dentro y fuera de mí.

Mierda, que deleitate.

Arquee mi espalda abriendo los ojos con sorpresa, juntó con otro de sus dedos. Mi mirada chocó con una esmeralda, esta demasiados oscuros. La mirada del muchacho que estaba encima de mi era de pura ética. Este relamió sus labios mirándome a los ojos, para luego formar una sonrisa de satisfacción cuando apreté su brazo que descansaba a un lado de mi rostro, sosteniendo su cuerpo.

Tomé la camisa de Harry, tirándola hacia más cerca de mí, para que su boca chocara con mis labios, y así fue.

No tardamos en dejar entrar la lengua en la boca del otro, armando un juego con su aliento a fresa y Aníz, que se tambaleaban entre mis dientes, probando lo que era él. Gemidos perdidos en su boca, y gruñidos en la mía estaban presentes por la excitación del otro.

La mano de Harry liberó mi zona intima, para pasar sus dos brazos por debajo de mis hombros. Haciendo un movimiento sumamente inesperado, subió mi cuerpo desde allí hasta el de él, chocando nuestros pechos en el aire.

El chico de los tatuajes miraba mi rostro, cada parte de él, admirando mis labios que antes había besado, hasta llegar luego a mis ojos nuevamente, donde se quedó un tiempo. Mis mejillas estaban ruborizadas, y mi cuerpo hormigueaba, pidiendo, sediento de lo que no se sabía.

--No eres virgen--Dijo más para sí mismo ladeando la cabeza hacia la derecha.

Uní mis cejas tratando de regular mi respiración.

--No lo soy--

Harry gruñó, y yo le miré sumamente estrangulada por su reacción y declaración. El chico dejo su cuerpo caer encima del mío, haciendo sus rizos chocar con mi rostro. Harry que dedicaba mirarme, me hundió en el sillón, pero solo lo hizo con la parte baja de su cuerpo, apretando su ¿erección? Sí, erección contra mis maderas.

Antes de poder moverme incomoda, la puerta sonó.

Nos miramos. Si es la familia, ellos entran con la llave, no hay otra forma.

--No son ellos--Susurró escondiendo su cabeza en mi cuello, como si hubuera leído mi mente.

--Harry puedes- --

Volvieron a tocar, pero esta vez alguien habló.

--Allyson, sé que estás ahí. Ábreme.

--Harry, salte. De. Encima.--Concluí luego de sonorizar la voz de Jeff.

--Me encantas--Murmuró de nuevo rozando mis labios, y tomando mi cintura con sus dos manos.

Sonreí involuntariamente, pero los golpes ahora más audibles haciendo desaparecer la misma.

--No le abras--Me pidió Harry con voz de niño.

No quiero golpearlo. Pero sé que no me dejara libre tan fácilmente.

Mierda, ni siquiera estoy asimilando lo que hizo y dejé que pasara.

Estampé mis labios con los de Harry que respondieron desde el momento que se tocaron. Traté de erguirme un poco en la profundidad de la lentitud de sus labios. Harry se separó de mí para encontrar aire, pero antes de que pueda reaccionar, él los volvió a juntar.