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Capítulo 14.

N/a: IMPORTANTE LEER LA NOTA AL FINAL DE CAPÍTULO. Nueva portada :)

"La razón de cada uno nunca es igual. Siempre esta difícilmente moldeada, cuidando que los hilos no se junten, crucen o enreden"

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El motivo de mi despertar de hizo presente; Mi teléfono vibraba debajo de mi almohada. Automáticamente entré en pánico al ver la hora. Tenía que ir con Jeff al aeropuerto y él ahora técnicamente está en el avión.

Antes de reaccionar mi mundo fue derrumbado al recordar la noche anterior. Me volví a recostar, poniendo una mano entre mis muslos bajos -como me era costumbre- y apoyé mi cabeza de lado en la almohada poniéndome en posición fetal.

Escuché el ruido de la puerta abrirse y luego unos cuantos pasos cerca de mi cama.

--Sé que estas despierta, no quiero que me mires, necesito algo.

--¿Qué pasa?—Susurré con voz débil a mi hermana mayor.

--Necesito que pongas en cualquier porquería de red social que sigo saliendo con Harry, y que nuestra relación está en su mejor momento. ¿Sí?

Me acurruqué con deseos de llorar. En realidad, no me entendía.

--No puedo hacerlo, no le mentiré a la gente.

Un suspiro frustrado se escapó de sus labios.

--No me importa a quien le mientes, hazlo por mí.

Reí amargadamente. Me estaba tomando el pelo.

Cerré mis ojos sin contestar, ganando un portazo.

Fruncí el ceño al encontrarme en solo bragas y la camiseta de flores que ayer tuve puesta. No recuerdo a verme puesto un pijama, pero tampoco recuerdo quien de los dos, Katlyn o Harry me trajo a mi habitación luego de encontrar sus gritos cuando llegué.

Me senté en la cama y lo que vi en mi tocador, fue la cereza del postre. Una carta en color turquesa -mi color favorito- perfectamente doblada se encontraba en el lugar antes mencionado. Mi corazón se hizo pesado al ver "Allyson Katherine Sweet" escrito en un lado del papel con letra extremadamente ilegible, era de Jeff. Reí irónicamente.

Una pelea sin mucho que discutir de fundó dentro de mi cabeza. Es allí donde te das cuenta que en realidad hay una delgada línea entre tú corazón; el amor. Y tú cerebro; la razón. Los piquetes en los ojos de las mentiras se asomaron en ellos al desdoblar el papel.

"Amo la manera en como escribes, la manera en cómo te quejas, hablas, cantas la manera en como siempre se te ocurre perdonarme silenciosamente. La manera y la forma de tu ser, tú alegría y la búsqueda de la amabilidad del otro. No quiero que nunca, ni por nada, intentes rebuscarte. 

Jeff. Xoxoxo  

Sesenta fotos, una por cada día de tener el privilegio de estar enamorado de ti.

Lo siento tanto, te amo"

Temblé en un débil sollozo respirando herráticamente, dándome media vuelta arriba de mi cama y encontrando lo antes leído. Habia una serie de fotos de todos los tamaños, filtros y años anteriores acomodados en el suelo, y lo que parecía tener en cada una en una punta era un bombón. Recogí silenciosa pero escandalosamente entre las lágrimas cada una. La primera fue el "Día del beso" hace exactamente cuatro años. Estábamos juntos, yo depositaba mis labios en su mejilla y él salía con los ojos cerrados y su frente llena del pelo antes largo.