Small Details |H.S| ✘ Editando

Capítulo 8.

"—Seguro, quiero dejar de ser rara. ¿Pero qué si la rareza viene a mi? ¿Qué si no tengo elección?"

Los músculos de mi cuerpo se iban sintiendo poco a poco, además de tensarlos. Entre abrí mis ojos antes de tallarlos y luego de una media vuelta en mi enorme cama... ¿Enorme cama?

Fruncí mi ceño con los ojos cerrados y luego me reincorporé un poco posando ambas de mis manos a mis costados en el colchón.

Estoy en la habitación de Harry.

Empecé a tocarme todo el cuerpo verificando tener la sola remera larga y mi ropa interior, que por suerte y efectivamente la tengo puesta.

¿¡Harry me violo con la ropa puesta!?

Miré a mi lado, esperando tener al chico de tatuajes y luego irme corriendo; pero la gran sorpresa era que no había rastros de él, ni siquiera estaban desarmada las sabanas de aquel lugar.

Junté mis piernas en mi pecho y miré toda la habitación de tonos beige y luego tomé mi cabeza en mis manos frenéticamente.

Anoche bese a Harry... ¿Por qué estoy en su habitación?

Bese a Harry. Harry, igual a Dios griego. Harry, igual a novio de mi hermana.

¿Alguien me puede por favor gritar "Zorra"?

¡Nunca llamé a Katlyn!

Bajé de la cama sonrojada, sintiendo la culpa en la boca de mi estómago.

Caminé por la habitación perfectamente ordenada, preparándome para ver a todos fuera, y luego que me maten.

Abrí la puerta de un tirón, sin rodeos y cerré fuerte mis ojos.

Nada; nadie dijo nada.

Entre abrí un poco mi ojo derecho y no había rastros de algún ser en la sala.

Hice menos de un metro cuando visualicé a Katlyn mal tendida y con toda su ropa en el sofa.

Me acerqué a ella para verificar si de verdad estaba dormida. Y efectivamente lo estaba mientras su olor a alcohol era más fuerte que el de Harry anoche.

Seguí caminando despacio, debajo de la luz natural que brindaban las ventanas cerradas con cortinas.

Me dirigí a la cocina, esperando ver al chico de la tinta, o aunque sea la hora.

La cocina como se suponía está desierta.

Di un pequeño bostezo mirando la hora del reloj de pared: 9:12 am.

Bajé mi remera de nuevo hasta mis muslos y subí las escaleras de la casa de nuevo en puntas de pie, mirando como dormía mi hermana, soñando con matarme.

Llegué hasta mi habitación en zancadas rápidas y silenciosas -claramente verificando que no haya nadie en el pasillo- y abrí mi puerta recordando la salida de Jeff y Emma de anoche.

Mordí el interior de mi mejilla tratando de no dejar actuar a mi imaginación mientras cerraba mi puerta.

Al levantar la vista hacia mi preciada cama, vi un intruso en la misma, durmiendo de la misma forma que Katlyn, solo que este está en boxes.

Abrí mis ojos de inmediato ¿Cuándo cambié camas con Harry? O...cuartos.

Petuto y Enrique estaban debajo de una sábana caída y trataban de sacarla mientras se peleaban en el suelo.

Sonreí y luego la angustia volvió. ¿Y qué le digo a Harry?

Me acerqué a donde estaba el chico durmiendo plácidamente boca abajo.