Portland
La pila enorme de documentos que tenían acumulándose el pobre Leo y el CEO, debido a todas las irregularidades, les bastaría para tener lectura de aquí a unos tres meses.
Y es que no solo eran de esa planta, al menos otra fábrica se encontraba en las mismas condiciones y que decir de las oficinas de telecomunicaciones de la zona Este.
Su padre confió ciegamente en su amigo y le había delegado trabajo para el que no era competente, o simplemente se tomó atribuciones que no le correspondían. El desfalco era irrisorio.
Lo que ellos pretendían seguir haciendo, quizá hasta de forma más descarada al estrechar sus lazos como lo pretendían con el matrimonio de él y Ava.
Ya lo único que pretendía Prescott es poder eliminarlos de su entorno, lo que llevaría algo de tiempo, vio necesario auditar todos los negocios en los que ellos tuvieran algún tipo de injerencia.
Solo que no se lo permitirían tan fácilmente, —tengo malas noticias, su ex suegro, ha convocado a una junta de accionistas para destituirlo de su cargo como CEO. —Informo Leo.
Prescott no podía dar crédito a lo que escuchaba, el muy... se atrevía a poner en duda su capacidad, cuando era más que obvio el intento de encubrir todas sus fechorías.
—¿Y cómo han respondido los accionistas? —inquirió Prescott, con la esperanza de escuchar que no estaban del lado de los Levenfort.
—Mañana se llevará a cabo la junta, al parecer les ha vendido la idea de que usted podría sacar a cualquiera como lo intenta con él. La incertidumbre les ha hecho escucharle. Y me temo que su padre no ha hecho nada por apoyarlo.
—Dime que ya tienes listos los boletos para poder llegar a impedir mi destitución.
—Por supuesto, además llame al comité que encabeza la huelga para que termine con esto antes de que nos vayamos.
—¡Perfecto Leo!
En aquella reunión con el personal de la fábrica, el CEO les presentó al nuevo gerente, y la renovada plantilla, con lo que esperaría que de ese momento en adelante las cosas cambiaran.
Habría un paquete de compensaciones que se les daría a los trabajadores, en cuanto a los despidos de la gente de los Levenfort, ya estaban sus cartas y por supuesto las demandas para que retribuyeran lo robado.
Así que para cuando el CEO salió de la planta todo estaba resuelto.
De vuelta en San Francisco, tanto Prescott como su asistente fueron directo al departamento del primero, en donde se la pasaron haciendo llamadas para convencer a los accionistas de no participara en aquella reunión.
...
Por la mañana Prescott se presentó a trabajar como de costumbre y fue el primero en entrar en el salón en donde se llevaría a cabo la junta.
Los que iban llegando se sorprendían al verlo sentado esperando pacientemente, en el momento que su padre entro, no hubo saludos o conversación alguna, se limitó a sentarse a su lado.
Levenfort llego junto con otros accionistas, con los que Prescott suponía había formado alguna clase de convenio. Fue evidente que no esperaba verlo.
El CEO, no hablo, espero a que el incitador prosiguiera con aquel show.
—Señores como saben se convocó a una revisión para cuestionar las acciones del CEO, ya que en últimas fechas ha venido realizando despidos y pretende comprar nuestras acciones para eliminarnos del consejo. Como sabemos en los estatutos, está prohibido que él posea mayoría. De otra forma, sería inamovible y muy poco transparente su actuar.
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Vuelve
Short StoryA veces nuestro actuar, aunque bien intencionado, causa problemas, provocando que el pasado venga a pedirnos cuentas. Es el caso de una brillante jovencita que se involucró en la vida de un rico millonario sin quererlo, ni saberlo. Las consecuencias...