Gisele, una hermosa y exitosa modelo internacional, se encuentra en la cima de su carrera. Pero detrás de su imagen perfecta, esconde un corazón solitario. Jude Bellingham, un talentoso futbolista con un futuro brillante, se cruza en su camino duran...
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Aquella chica era encantadora.
Una lástima que Delphine tuvo que interrumpir nuestra conversación, aún que estaba seguro que volveríamos a restablecer una buena conversación durante el evento.
Delphine nos contó todo lo que debíamos decir al salir al escenario y cómo debíamos actuar frente a los demás. Se notaba como Dior cuidaba la imagen de la marca.
Había una diferencia abismal entre la campaña que hice con JD y está con Dior, aún que son aires algo diferentes.
—Podéis marcharos, los invitados deben de estar llegando y debéis recibirlos juntos. —indicó Delphine.
—Está bien, nos vemos por el evento. —exclamó Gisele levantándose dejando ver su precioso cuerpo y altura.
Yo imité su acción y ambos salimos de aquel pequeño despacho.
—Joder... —exclamé al ver la cantidad de gente que había llegado. —Si que se ha llenado esto rápido, no?
Gisele rio ante mi manera de hablar y miró a su al rededor.
—La verdad que si, a saber dónde estará mi madre ahora... —dijo buscándola con la mirada.
—¿Tú madre también está aquí? —pregunté sorprendido.
No era fan de muchas modelos pero era imposible no reconocer a Kate Moss. Un verdadero icono de la moda y las pasarelas. Aún que empezaba a pensar que su hija le sustituiría en un futuro no muy lejano.
—Si, nos invitaron a las dos. —respondió la rubia sonriente.
—Si quieres te ayudo a buscarla.
—Nah. —negó mi ayuda. —Tranquilo estará con alguna amiga, vamos a por algo de beber? —propuso ella.
—Claro. —respondí con una sonrisa involuntaria.
Ambos caminamos entre la gente mientras saludábamos a los que conocíamos, ella saludaba a algunos y yo a otros, hasta que llegamos a la mesa donde estaba toda la comida y bebidas.
—Dios, menuda pinta tiene todo. —dijo mirando la mesa. —¿Y si nos lo comemos todo nosotros?
—Tampoco pasaría nada, nosotros somos los protagonistas esta noche, podemos permitirnos el lujo, no? —respondí haciéndola reír.
