🍸 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟕 🍸

307 22 3
                                    

⚽️ 𝙅𝙪𝙙𝙚 ⚽️

Seguí conduciendo por el paseo marítimo mientras ella miraba las preciosas vistas por la ventana

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Seguí conduciendo por el paseo marítimo mientras ella miraba las preciosas vistas por la ventana. Por suerte hacía un día muy soleado, una buena temperatura, y nada de viento. Era perfecto para nosotros.

—¿Porque no paramos ya? Ya estamos en la playa. —dijo con inocencia.

—Conozco un sitio mejor, confía en mí. —dije mientras aceleraba un poco. —Tranquila, no te voy a secuestrar.

Seguí conduciendo unos metros más hasta llegar a una cala bastante apartada de la playa que estaba completamente vacía y nos daba una vista perfecta al atardecer, que poco a poco caía más dejando ver una mezcla de colores rojizos realmente preciosos.

—Jude... —dijo con una sonrisa en su rostro mirando el atardecer—. Este sitio es precioso, como sabías que esto existía? Has traído a más chicas aquí antes, o que?

Reí por su broma y salí del coche para abrir su puerta y ayudarla a bajar del vehículo.

—Lo conocí yo solo —expliqué mirando el cielo al igual que ella—. A veces me gusta dar vueltas con el coche y no se como termine aquí un día.

—¿Y porque me has traído aquí? —preguntó admirándolo.

—Porque a parte de que sabría que te gustaría, quería pasar un rato contigo así... —dije mirándola— ¿Te gusta, no?

—¿Cómo puedes preguntar eso? —dijo frunciendo el ceño—. Ya sabes la respuesta.

Reí y envolví mi brazo al rededor de su hombro acercándola a mi, mientras ella tan solo envolvía sus brazos protegiéndose de la suave brisa que corría por la playa y apoyaba levemente su cabeza en mi pecho. Ambos estábamos en silencio observando el sol poco a poco desaparecer mientras en mi cabeza no podía dejar de pensar en que eran aquellos sentimientos que empezaban a florecer por ella.

—¿Quieres que nos sentemos? —pregunté acariciando su brazo—. Estaremos más cómodos.

—Está bien. —dijo con una leve sonrisa.

—Espera —exclamé antes de que se sentara en la arena—. Traeré una toalla, así no mancharás tu vestido, que por cierto te queda muy bien. —aproveché para halagarla.

—Jude... —rio con timidez haciendo que me pareciera muy tierna.

—Solo digo lo que pienso... —exclamé acercándome el coche para buscar una toalla grande que había cogido antes de salir de casa.

—Lo tenías todo pensado por lo visto —dijo Giselle mientras sonreía—. Me gusta que seas tan detallista.

Sonreí al ver que se había dado cuenta de lo detallista que era, lo que no sabía es que solo era detallista cuando alguien de verdad me gustaba. Tal vez los sentimientos por ella eran cada vez más serios, y aún que me asustaba un poco, me encantaba sentir que tal vez podía ser mutuo.

—Quería pasar tiempo de calidad contigo. —dije riendo extendiendo la toalla en la arena y sacando también algo de comida.

—Incluso has traído mis chuches favoritas. —exclamó ella agarrando el paquete de fresas que había comprado sin saber que le gustarían tanto.

Yo sonreí sentándome a su lado con la demás comida.
La luz del sol manchaba su rostro levemente bronceado, y eso la hacía ver aún más guapa de lo que ya era naturalmente.

Ambos permanecimos en silencio un par de segundos, antes de que sintiera su mirada posada en mi, poniéndome algo nervioso. Giré mi rostro y ambos nos miramos a los ojos y reírnos inconscientemente.

—¿Porque me miras? —pregunté aún riendo.

—¿No puedo mirarte? —preguntó ella elevando ambas cejas.

—Parecía que querías algo más de mí con esa mirada eh. —dije picándola levemente para ver su reacción.

—Ahgg eres tan creído a veces que ni te reconozco. —dijo frunciendo el ceño y rodando los ojos con cara de asco. —Echo de menos el Jude que conocí. —fingió pena.

—No digas eso, parece que me haya convertido en un gilipollas. —dije riendo.

Ambos volvimos a quedaron en silencio de nuevo, pero no era un silencio incómodo, nunca habíamos tenido uno.

—¿De verdad te habría gustado tener ese beso entre nosotros el día del anuncio? —rompí el silencio con algo de nerviosismo por su respuesta.

Ella permaneció en silencio unos segundos más, mirando sus rodillas, las cuales abrazaba como una niña.

—¿Porque sacas este tema una y otra vez Jude? —preguntó pillándome desprevenido.

Mil cosas se me vinieron a la cabeza y no sabía si decir la verdad o simplemente actuar como si tan solo fuera por curiosidad, aún que no era tonta, sabía que había algo más.

—Solo pregunto porque... —no sabía muy bien que decir. —No sé si sea mutuo o no, pero últimamente he estado sintiendo una atracción por ti que poco a poco siento que va a más, y no se si me asusta o me gusta.

Ella me miraba sin saber muy bien que decir, como si mis palabras le hubieran chocado de alguna forma y no supiera muy bien cómo reaccionar, algo que debo admitir que me asustó un poco.

—Jude, claro que es mutuo. —dijo con una sonrisa cálida en su rostro. —¿Si no lo fuera, crees que me habría acercado a ti de la forma que lo he estado haciendo todo este tiempo?

Una sonrisa inconsciente se dibujó en mi rostro al oírla hablar. Al parecer todo estaba saliendo como quería.

—Me siento cómoda contigo, ya lo he dicho más de una vez y lo seguiré diciendo. —dijo mirándome fijamente a los ojos. —Y aún que a mí también me asustaba, ya no tanto, porque creo que si vamos poco a poco conociéndonos, todo puede salir bien.

Mis ojos permanecían clavados en ella, que había apartado la mirada de la mía con algo de nerviosísimo para mirar el atardecer que se presentaba frente a nosotros.
No me podía creer que de verdad aquellas palabras habían salido de sus labios.

—Estas preciosa. —dije rompiendo de nuevo el pequeño silencio que se había creado.

No tenía mucho que decir después de sus palabras, simplemente quería besarla y besarla, pero algo dentro de mí aún no se atrevía a hacerlo. Solía ser bastante tímido con todo en general, no tan solo con las chicas, pero tras tanto tiempo sin haber sentido cosas por una chica, sentía como mi timidez estaba en su punto más álgido, como si fuera un crío sin experiencia alguna, aún que eso era lo que era.

—Eso ya lo has dicho Jude. —dijo riendo mientras noté que sus mejillas se tornaban algo rosadas. —Pero dímelo las veces que quieras.

Sonreí levemente y acaricié su mejilla con delicadeza antes de que ella se acercase a mi y se apoyase en mi pecho mientras yo envolvía mi brazo al rededor de ella en forma de abrazo.

Ambos nos quedamos allí mientras hablábamos de todo y comíamos un poco. Fue una tarde muy bonita y especial, pero solo porque la tenía a ella a mi lado.

༻✦༺ ༻✦༺ ༻✦༺

Love in the Field {Jude Bellingham & Tu}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora