Gisele, una hermosa y exitosa modelo internacional, se encuentra en la cima de su carrera. Pero detrás de su imagen perfecta, esconde un corazón solitario. Jude Bellingham, un talentoso futbolista con un futuro brillante, se cruza en su camino duran...
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Me levanté temprano para prepararme. No quería llegar tarde a la sesión de fotos de Khy. Kylie Jenner estaría ahí para conocernos y no solo eso, si no que posaría conmigo para la campaña publicitaria.
Mentiría si dijera que no estaba nerviosa. No estaba nerviosa por la sesión de fotos ya que estaba acostumbrada, era mi trabajo y lo hacía muy bien, pero era Kylie la que me ponía nerviosa. Parece una chica imponente a veces.
Me miré al espejo por unos segundos y analice mi rostro. Últimamente estaba teniendo bastantes ojeras por culpa de la falta de sueño y el exceso de estrés a raíz de las campañas que tenía, y otros problemas de los que prefería no hablar.
De repente mi teléfono comenzó a sonar, e inmediatamente lo cogí.
—¿Si?
—¿Cuántas veces te he dicho que no respondas al teléfono diciendo "si"? —la voz de mi madre sonó al otro lado de la línea. —Pueden grabar tu voz y estafarte.
—Sii mamá, que quieres? —dije rodando los ojos.
Constantemente me advertía de las estafas.
—Oye no me hables así, soy tu madre. —dijo con un tono de ofendida. —¿Se puede saber que te pasa?
—Me estoy arreglando para un photoshoot. —dije mientras pasaba mi mano por mi cabello de lo estresada que estaba. —Tengo demasiadas cosas que hacer y muy poco tiempo.
—Oh cariño, el modelaje es duro... —dijo con algo de pena en su voz. —¿Has comido ya algo?
La pregunta que más odiaba que me hicieran.
—Si mamá, no te preocupes.
—¿Seguro?
—Segurísimo. —mentí.
—Está bien, hablamos más tarde entonces. —dijo con su dulce voz. —Te echo mucho de menos.
—Y yo a ti mamá, un montón. —sonreí inconscientemente. —Adios.
—Adiós cariño, suerte con la sesión de fotos.
Finalmente ambas colgamos el teléfono y de nuevo solo me encontraba yo junto con mi reflejo. Ese reflejo que muchas veces odiaba.
Lave mi cara, me hice una trenza suelta y me vestí con algo básico de color negro y me puse unos botines con algo de tacón. Un outfit básico para ir a modelar, era lo que nos pedían normalmente en los castings, y aún que yo no fuera a uno, era mi comfort outfit.
Tras un viaje de unos 10 minutos en uber, logré llegar a mi destinación.
Al entrar al lugar subí en ascensor hasta la planta que me habían indicado y las puertas se abrieron dando lugar a una pequeña recepción. ¿Tan profesional era todo?
