Gisele, una hermosa y exitosa modelo internacional, se encuentra en la cima de su carrera. Pero detrás de su imagen perfecta, esconde un corazón solitario. Jude Bellingham, un talentoso futbolista con un futuro brillante, se cruza en su camino duran...
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De camino a casa, tan solo podía pensar en una cosa, y eso eran los sentimientos que empezaban a florecer cada vez más y mas rápido por el moreno.
Estaba asustada. La última relación que tuve no acabó muy bien aún que fue hacer unos cuantos años y lo tengo completamente superado, pero siempre queda algo dentro de ti que te causa el miedo de que algo malo pueda pasar de nuevo al comenzar algo con otra persona.
Con Jude me sentía genial. Me sentía segura, protegida, y sobre todo súper cómoda. Eran esos pequeños detalles que tenía conmigo lo que hacía que cada vez quisiera besarle más, pero de eso se tienen que encargar los hombres, no nosotras.
Permanecíamos en silencio mientras sonaba clásicos del jazz y la ciudad se iluminaba a nuestro alrededor mientras la gente salía a cenar o a tomar algo.
—Me encanta el ambiente de Madrid. —exclamé rompiendo el hielo. —Siempre hay alguien en la calle disfrutando de la noche.
Jude rio ante mi leve reflexión mientras negaba levemente con la cabeza mirando por la ventana.
—La verdad que tienes razón. —dijo esta vez mirándome a mi. —Aún que tampoco es que sea muy diferente a Italia, no?
Sonreí al recordar las noches de fiesta en mi querida Italia. Aún que amaba con todo mi corazón España, debía admitir que estaba echando mucho de menos mi país, y aún que se comía muy bien, también extrañaba mi pasta al dente.
—Depende de la zona, pero si, somos muy parecidos. —dije sonriente viendo a un grupo de chicas jóvenes reír mientras se tomaban unas copas en una preciosa terraza de un bar.
—Para mí esto es totalmente un cambio de aires. —exclamó Jude. —En Birmingham todo es completamente distinto. También se sale de fiesta y eso, pero solo los viernes y como mucho los sábados, y siempre suele ser en la calle más principal, aquí en Madrid todo siempre está lleno de gente y bares.
—Cosas de ingleses. —dije yo rondando los ojos haciéndole reír.
—No entiendo porque todo el mundo nos odia, no hemos hecho nada. —habló haciéndose el ofendido.
—Bueno, siempre puedo hacer excepciones... —dije riendo con timidez esperando que captara lo que trataba de decir.
Rápidamente me miró y me dedicó una sonrisa cálida para después acariciar mi rostro con delicadeza.
—Me lo he pasado bien contigo Gisele. —pude ver en sus ojos la honestidad de sus palabras. —Espero que puedas venir más a menudo a mis éntrenos, lo haces todo más ameno.
Sonreí con una leve timidez y le miré a los ojos tratando de ocultar lo nerviosa que eso me ponía.
—Volveré más veces Jude, pero solo para molestarte a ti y a tus amigos. —dije haciéndole sonreír.
