Cap. 2 Menteur

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En vivo y en directo. -Mantenía ese toque burlón.

"Mierda..."

-¿Qué se te ofrece?

-Sólo quería ver si te encontrabas bien, vi que saliste un poco apresurada. -Sus codos se apoyaron en las rodillas, luego puso su rostro sobre sus manos.

-Sí, sí, todo bien. -Lo vi atentamente, como si tratara de analizar las intenciones de aquel chico.

-Y ¿qué te trae por aquí? Aparte de Taylor, claro. -Se recostó sobre el respaldo de la silla, el viento alborotaba su cabello, haciendo que pequeños mechones se quedaran en su rostro.

-Sólo eso...sólo eso.

Sus ojos tienen un color peculiar, son como una mezcla entre azul y verde, como el océano, fácilmente puedes perderte en ellos, es como ver miles de emociones desbordarse.

-¿Ya terminaste de contemplarme? -Comenzó a reír.

-No te creas tan importante, Gallagher, tengo muchas cosas en mente.

-¿Cómo qué?

"Otro chismoso"

-No importa. -Carraspeé. -¿Qué haces aquí en la biblioteca? No luces como uno de esos chicos que les guste la lectura.

-Bueno, estoy aquí por Finn, me dijo que necesitaba un compañero el día de hoy, así que accedí.

Gallagher se estiró, tensando sus brazos y manos. La mandíbula estaba levemente marcada y sus ojos cerrados. Los rayos del sol iluminaban su perfil. Era una escena completamente irreal.

-Ya veo.

-Y para tu información, sí he leído muchos libros.

-Ah ¿sí? ¿cuál fue el último que leíste? -Levanté mi ceja con una sonrisa burlona.

"Ay ajá"

-"Cómo dormir rápido" pero, no paso de la primera página... -Aidan comenzó a carcajear.

Al principio no entendía lo que dijo, hasta que lo repetí por segunda vez en mi mente. Traté de contener mi risa, pero fallé en el intento.

-Es tan malo ese chiste, Gallagher.

-Pero te reíste, ese era el punto. -Él seguía riendo.

Con una ligera sonrisa, negué con la cabeza varias veces.

-¿Quieres ir adentro? Ya comenzó la actividad. -Aidan se levantó de la silla. Imite su acción, quedando a un costado de él.

La diferencia de altura era evidente... sólo un poco, creo.

-Si te soy sincera, no quiero estar aquí.

-¿Segura que quieres irte?

Su vista no se despegaba de la mía, es como dos imanes, un poco difícil de apartarlos, sin embargo, con una conexión de por medio.

-Sí.

-Entonces iré contigo.

Solté una carcajada.

-Aidan, puedo ir sola, no te preocupes.

-¿Quién dijo que iría por ti? Yo también quiero ir a mi casa. -Él sonrió de manera burlona.

-Bueno, entonces te haré compañía hasta la entrada. -Comencé a caminar a la puerta para adentrarnos a la biblioteca.

-¿De mi casa? -Escuché a mis espaldas, con ese tono sarcástico que al parecer le gusta usar.

The memories of a dream || Aidan Gallagher [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora