The memories of a dream || Aidan Gallagher [En proceso]

Cap. 10 Aprendes a vivir con ello...

*Siete meses antes*

Mi mente es un velero a la deriva entre la bruma de la incertidumbre y la corriente de la nostalgia. Como un proyector enloquecido, miles de recuerdos pasan velozmente, cada uno es una ráfaga de fotos antiguas, pero ninguno se detiene lo suficiente para ser contemplado con detalle, desaparecen antes de que pueda enfocarlos.

"¿Y si es una broma? Seguramente ella está detrás de todo esto"

Por mucho que anhele su presencia aquí a mi lado, hay una voz en mi interior que susurra la verdad inquebrantable: ella nunca regresará. Sin embargo, mi corazón se aferra a la negación, resistiendo con todas sus fuerzas la cruel realidad que amenaza sobre mí.

Los gritos desgarradores de mi madre resuenan como un eco interminable, rebotando en las paredes de mi mente y llenando cada lugar de mi ser. Es un lamento profundo y desolador, un dolor tan intenso que parece no tener fin.

La terrible sensación de soledad se apodera de mí, envolviéndome en un abrazo. La persona que tanto anhelabas ver, la figura que esperabas con ansias durante las vacaciones, ahora es un recuerdo, un sueño desvanecido que nunca volverá a hacerse realidad.

—Cariño, necesitas comer.

Los brazos de mi padre me envuelven con ternura, su abrazo es un refugio seguro. Siento su calidez mientras mis mejillas aún están empapadas por las lágrimas que han trazado su camino, dejando un rastro húmedo sobre mi piel.

—No quiero. No tengo apetito.
—-______, por favor.

—Quizás más tarde. Por el momento no, gracias papá.

Mis palabras emergen cargadas de coraje, tristeza, miedo y un torbellino de emociones que se acumulan lentamente, como una bomba de tiempo que está a punto de estallar. Cada frase que pronuncio lleva consigo el peso de un alboroto interno, una batalla invisible, con la amenaza de desbordarse en un estallido de sentimientos incontrolables.

Los ojos de mi padre reflejan una intensidad de emociones que resuenan por todo el espacio, al igual que los de todos en esta casa. Con delicadeza, se aleja de mi lado, dejándome nuevamente en el sofá de la habitación de Sam. Me regala una última sonrisa, y abandona este maravilloso espacio, un lugar lleno de recuerdos entrañables que compartí al lado de mi hermana.

La habitación parece envuelta en una sombra eterna, como si la luz hubiera huido al mismo tiempo que ella. Los muebles relucientes, ahora se muestran en un tono grisáceo, cubiertos por una fina capa de polvo que les da un aire de abandono. La ausencia de su presencia se está transformando en el espacio de un rincón melancólico, donde se susurran recuerdos y la nostalgia se instala en cada rincón.

Millones de preguntas invaden mi mente, formando lagunas mentales insufribles que me sumergen en una tormenta de incertidumbre. Aquella persona que antes me ayudaba a navegar por este mar de dudas, con su apoyo y comprensión, ahora se ha convertido en la causa de cada interrogante y de cada vacío.