The memories of a dream || Aidan Gallagher [En proceso]

Cap. 6 No es una cita

—Bálsamo, celular, audífonos, cartera y... ¿Dónde están? —Mis ojos recorrieron toda mi habitación hasta que las vi sobre la mesa de mi tocador.

—Llaves.

Las tomé y guardé en el pequeño bolso que llevo. Hoy será la primera "Reunión" que tendremos Aidan y yo. Quedamos de ir a la cafetería "Café Flora" para poner en marcha el trabajo de "Cupido".

Dos días después de encontrarme al niño con pantuflas de garra, recibí una llamada de él. Aidan comenzó a contarme lo que Finn le dijo sobre Tay, que fue prácticamente lo mismo que la rubia le comentó a él.

Ayúdame a conquistarla/o.

Si ambos se gustan, porque no simplemente se arriesgan y se lo dicen, basta de tanto teatro. Gallagher y yo sabemos que sin problemas podrán corresponderse.

Pero aquí hay un pequeño gran problema, Taylor y Finn son muy tímidos en cuanto a relaciones, y ni estando muy ebrios se confesarían, quizás si uno le da señales al otro comiencen a sentir esa seguridad para poder dar el siguiente paso, sin embargo, ninguno lo hace; sólo se tratan como amigos. Ligan muy extraño.

Aidan, no tardaría en llegar. Él quedó de pasar por mí, le dije que no se molestara y que sin problemas lo vería en la cafetería, pero, es tan terco e insistente que para él no fueron suficiente más de 30 mensajes diciendo que lo haría, aunque yo no quisiera, así que tuve que aceptar, sólo para que dejara de joderme.

El timbre sonó.

—¡Yo abro! —Grito desde mi habitación.

Al parecer mi mamá no me escuchó o le valió lo que le dije, por que terminó abriendo la puerta.

—Hola cariño, no debe de tardar en bajar _____, pasa. Ten cuidado con Zeus.

"Qué no haga preguntas, qué no haga preguntas..."

—Hola señora Krauss, con permiso. ¡Hola pequeño!

Zeus ladraba y soltaba chillidos de una forma diferente, y en diferente me refiero a que no se escucha alterado, sino... ¿emocionado?

—¿Cuál es tu nombre?

"No por favor, no."

—Aidan, Aidan Gallagher, señora Krauss.

—Ohhh, no me llames señora Krauss, suena muy anticuado, dime Gina.

Comencé a buscar rápidamente en todo mi closet una chaqueta. Todo puede escucharse desde arriba, la puerta de mi habitación está abierta, así que con mayor claridad puedo oír lo que dicen. Si los dejo minutos más a Aidan y mi madre conversando, será signo de peligro.

—De acuerdo Gina.

—Aidan ¿Te ofrezco algo de tomar?

Escuché como sus voces se disminuían, ambos iban a la cocina.