Cap.1 ¿Un nuevo comienzo?

905 43 13
                                    

Mi cabello está hecho un desastre, nudos por todos lados, Dios mío, fue mala idea dejar que Taylor me peinara.

—No te muevas _____, ya casi termino. —Aquella rubia me había dado un pequeño tirón del cabello.

—¡Oye! ¿Qué estás haciendo? —Replique un poco molesta.

—No seas exagerada. —El cepillo se mueve de un lado a otro. A este punto creería que me quedaría calva. Taylor parece divertirse mucho con esta situación, sí, yo también lo haría, pero no en este caso, porque la perjudicada soy yo.

—Sabes que llegaremos tarde, ¿verdad? —Me lleve una mano al rostro un poco desesperada.

—Para empezar, ¿Por qué quieres que vaya contigo a un club de lectura? —Me rindo, qué sea lo que Dios quiera.

—Cuanta atención me prestas, Krauss. —Taylor rodó los ojos. —¿Recuerdas que les dije a Valentina y a ti que tenía que llevar a una amiga al club de lectura?

Mi silencio bastó para confirmarle a Taylor qué en efecto, no lo recordaba.

—Lo supuse, de todas formas, no me importa, ya estás aquí. —Una sonrisa amable se formó en su rostro.

Desde que tengo memoria, siempre he sido muy despistada, así que, tanto a Taylor como Valentina, saben a lo difícil para mí que es recordar las cosas, de no ser por ellas, yo creo que tendría todas mis materias reprobadas.

—¿Sabes qué? ... Me rindo, es imposible trabajar con tu cabello, _____. —Taylor se echó para atrás y como niña pequeña se aventó a su cama de manera dramática.

Solté una pequeña risita, pero al voltear al espejo, esta desapareció por arte de magia.

—¿Qué... haz... hecho Taylor? —Un remolino se queda corto a como en realidad parezco, es un nido de pájaros con caca.

Taylor me sonrió de la manera más fingida, pero, arrepentida posible.

—Lo siento... En mi defensa, el cepillo y tú nunca se han llevado bien. —Se sentó sobre el borde de la cama, contemplando aquella obra de arte abstracta qué había hecho en mi cabeza. —Pero, te ves bien. —Me dio una sonrisa amable.

—Sí, super bien. —Mi tono sarcástico se hizo presente en la plática, estaba un poco molesta, pero que más puedo hacer.

Intente de mil formas deshacerme aquellos nudos, pero fue imposible; solo había una solución: Meterme a la ducha.

—Taylor, adelántate tú al club, sólo mándame la dirección del sitio y llegare lo más pronto posible. —Tome mis prendas y camine al baño.

—¿Segura? Puedo esperarte. —Taylor es como una niña pequeña, insistente hasta los huesos.

—Muy segura, quedan 45 minutos para que comience y no queremos que nos ganen los mejores lugares, ¿verdad? —Sonreí levemente.

Taylor, no muy convencida asintió con la cabeza varias veces. 

—Bien, te veo allá, no tardes mucho, por favor. —Se levantó de su asiento, iba a darme un pequeño abrazo, pero no lo hizo.

—¿Sabes? Mejor no, quiero llegar sana y salva, no sin un ojo. —Taylor carcajeo, yo le di un leve golpe en el hombro. Mi extravagante peinado era lo suficientemente peligroso para dañar a cualquiera.

—Esto es por ti, Jones. —Reí con ella. Taylor se dirigió a la puerta de mi habitación y salió.

—¡No se te olvide mandarme la ubicación! —Mi cuerpo se asomó por la puerta.

The memories of a dream || Aidan Gallagher [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora