Hace seis días que los ojos de Krauss se cruzaron con los míos por última vez. Desde entonces, mi bandeja de mensajes ha sido un hervidero de palabras, un constante ir y venir de frases y enormes párrafos del grupo que compartimos con los demás. Todos tienen algo que decir, todos menos una persona. Exactamente, ella.
"Fui un completo idiota por haberle contado. Probablemente le generé pesadillas"
El destino, caprichoso como siempre, ha permitido que en unos instantes vuelva a ver aquel rostro que ha estado indagado por mi mente 24/7.
Ahora, nos dirigimos a la casa de Taylor, quien amablemente nos ha invitado a pasar el penúltimo día del verano en su hogar. La ansiedad y la emoción se mezclan en mi pecho, conscientes de que en unos momentos, nuestras miradas se encontrarán una vez más.
-¿Estás listo para conocer a tus suegros, Finn?
-Cállate, Aidan.Con una sonrisa traviesa, levanto ambos brazos en señal de inocencia, dejando que mi risa salga de forma inconsciente. Luego, con un gesto juguetón, le doy un suave golpe en el hombro.
-¡Hey! cálmate, no es para tanto.
-Claro. Quiero que te repitas lo mismo en cuanto veas a quién te tiene como estúpido estos últimos días.La sonrisa burlona que adornaba mi rostro se desvaneció instantáneamente al escuchar aquel comentario. Ruedo los ojos con fastidio y suelto un suspiro exasperante.
-¿Sigues aferrado a la idea de que me gusta _______?
-No lo digo yo, tus actitudes hablan por si solas, idiota.Continuó conduciendo, sin apartar la vista de la calle. De vez en cuando, echa un vistazo a los espejos laterales, asegurándose de que ningún coche se interponga en su camino.
-Según tú, ¿qué actitudes?
-Todo. Absolutamente todo lo relacionas con ella.Mis mejillas se encienden de forma inmediata al escuchar eso... No es mi culpa que lo que haya transcurrido durante la semana me recuerde a Krauss.
-No es cierto.
-Sí, claro.Con un tono cargado de sarcasmo, maniobra la camioneta hasta estacionarla frente a una casa enorme de color verde. Es realmente bonita, con numerosos ventanales que permiten ver el interior de la vivienda.
-Bienvenido a tu infierno, querido amigo.
Me dio un pequeño apretón en el hombro para luego salir de la camioneta. No sé como sentirme al respecto. Durante todos estos días no supe nada de Krauss, no sé si esta molesta, decepcionada, asustada... confundida.
Mi mente vuela en cuestión de segundos, intentando averiguar cada incógnita. Hasta que unos golpesitos que vienen de la ventana me hacen salir de mis pensamientos.
-¿Vas a salir o no?
Sin perder tiempo, desabrocho el cinturón de seguridad y abro la puerta del copiloto, saliendo para encontrarme con Finn. Juntos nos dirigimos hacia la imponente puerta blanca y extiendo la mano para tocar el timbre qué se encuentra a un lado.
ESTÁS LEYENDO
The memories of a dream || Aidan Gallagher [En proceso]
Fanfic¿Qué ocurriría si te encuentras extraviada? Y no, no me refiero a estar perdida en algún rincón de tu ciudad o del mundo, sino perdida en un torbellino emocional, sin esperanza, anhelando que todo vuelva a ser como antes. La vida, en ocasiones, nos...