Capítulo 3

500 43 37
                                    

Narra Ayato:

Ya ha pasado más de una semana y aún sigo con el problema de ese molesto profesor. Y ahora, parece que una chica me está intentando pretender.

Me fui a mi asiento y me encontré en mi asiento una carta con un corazón y una rosa. No se quien se daría la molestia de hacer eso, pero que persona tan ilusa.

Pero de todas veces, lo metí en mi bolso y saque un cuaderno para escribir una carta para Taro. Yo siempre le dejó una carta en un casillero pero parece que hoy vino temprano. Por lo que no podré dejarsela hoy.

Cuando estaba en mi momento de mejor inspiración entró alguien al salón. Al levantar la mirada me di cuenta que era el estúpido de Mido...

Baje la mirada y seguí con mi carta. Al ver que no le prestaba atención se dirigió a mi y tomó mi cuaderno leyendo la hoja donde le hacía la Carta.

-Querido amor. Hoy te vi y quede aún más enamorado. Como quisiera que me prestaras más atención y me dijeras que me amas como yo te amo a ti. Algún día se que estaremos debajo de aquel cerezo marcando nuestro amor... -Era todo lo que tenía escrito. Pero al leerlo se le veía que no estaba muy feliz, arrancó la hoja del cuaderno y la dobló, metiendola en si bolsillo-Queda confiscada... -Me dio mi cuaderno y se dio la media vuelta.

Estaba harto. Siempre confiscaba las cartas que le hacía a mi lindo Taro, y hasta los regalos que dejaba en su Mesa. Estaba harto muy harto.

-¡No puede hacer eso! -Estaba que explotaba.

-¿Que dijiste? —El se veía sorprendido.

—¡Que no puedes hacer eso! —Estaba enojado—No es justo, yo hago esas cartas con tanto amor y de repente usted me las quita y no me deja entregárselas a alguien especial. Así que por favor, quiero mis cartas devuelta—Me cruce de brazos.

El no me hizo caso y se dio media vuelta. Empezando a caminar a su lugar. Yo al ver que el se negaba me peque detrás de él.

—¡Oye!, ¡Le voy a decir a todos lo que escuche en las regade...! —Antes de poder hablar. Fui arrinconado en la pared.

—No te atreverías.... —En su rostro se veía dibujada una expresión de miedo.

—Si, lo haré!. ¿Por que no quiere que lo diga si usted no tiene nada que ver? —Intentaba no hacer contacto visual, no se de donde estaba sacando tanto valor.

—Si usted llega a abrir su pequeña boca solo para decir estupideces. Me encargaré de castigarlo y no dejarlo caminar bien —¿A que se refería este tipo?.

—¿Que clase de amenaza es esa?. ¿Como que me dejara caminar bien?. ¿Acaso te gusta romperles más piernas a los demás? —Dije enojado. Este tipo si que me saca de mis casillas.

—Escucha, solo a lo que es mío me digo estas cosas. Y yo aún no te he hecho mio pero igual te las digo... Tiene sentido ahora? —Había quedado aún más confundido.

Y digo, perdón por ser muy tonto para no captar. Pero diganme, en esta situación quien carajos entendería algo cuando está muy enojado?.

—¿Como es eso de hacerme suyo? —En lugar de retractarme y quedarme callado dije aquella pregunta y el empezó a reír.

—No puedo "Enseñarte" ahora, pero más adelante lo sabrás —Al decir lo último ese típico sonrisa socarrona se hizo en su cara.

Se acercó más a mi. Hasta quedar lo suficientemente cerca como para querer... Besarme. Me puse nervioso y empece a temblar. El se veía muy satisfecho con mi expresión y me agarro de la cintura.

Maldito profesor. Mi corazón quería salir de mi pecho. El estaba tan cerca rosando nuestras narices. Mis labios se curvearon y trague en seco. El empezó a reír mientras se acercaba con esas intenciones.

—Sabes... Tu tarea quedo mejor que la de todos tus compañeros ayer. Creo que debería darte un premio —Al decir lo último de una vez...

Junto nuestros labios.

Estaba en algún tipo de shock que no me permitía separarme. El movía sus labios en busca de que lo correspondiera. Pero to estaba mas que paralizado.

Cuando se separó. Me miro contento y se empezo a relamer los labios. Me sonroje aún más con esa acción y es como si ya hubiese salido de mi trance pero no podía correr.

—Tus labios son han dulces, no puedo esperar a comermelos solo yo... —Cuando dijo eso sali corriendo.

Ya afuera del Salón me senté en cualquier parte.

¿Ahora con que valor sería capaz de verlo a los ojos?.

~𝙴𝚕 𝚊𝚖𝚘𝚛 𝚍𝚎 𝚞𝚗 𝚙𝚛𝚘𝚏𝚎𝚜𝚘𝚛~ 𝙰𝚢𝚊𝚝𝚘 𝚡 𝙼𝚒𝚍𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora