Capítulo 19

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Narra Ayato:

Más de tres años pasaron desde aquel día que decidí mal mis palabras porque no sabía que sentía hacía ti...

Y siendo sincero, todo este tiempo no he podido olvidarte, lo he intentado estando con aquella persona por la que te rechace múltiples veces, Taro Yamada, pero no era feliz.

Siempre en mi memoria estabas tú.

Y así pase tres años, dándole un chance a cada persona que me decía que me amaba, pero sin llegar a algo realmente serio. No me sentía contento al saber que ahora no te volvería a ver, pero fui más egoísta en no hacerle caso a lo que de verdad sentía.

Todo este tiempo me di cuenta de algo. Me di cuenta que te amo, pero ahora estaré condenado a la verdadera tristeza al saber que te perdí.

Lo siento, esas no son las palabras que te debo decir, pero de mi no puedes escuchar más que eso, ya que nunca supe como expresarme de esa manera tan sincera en la que te hubiese gustado que lo hiciera.

El frío viento de la tarde chocaba contra mi cara, el clima era lluvioso y frío, pero me relajaba con respecto a mis pensamientos. Era difícil olvidar todo lo que sentía desde aquel día en el que me di cuenta que en realidad lo amaba, pero ya lo había perdido todo.

Aquella panadería que quedaba cerca de mi casa era en la que mayormente me la pasaba. Ya tenía más de 18 años y ya tenía que rendir cuentas por mi mismo y trabajar, y respecto a eso, había conseguido uno en una farmacia.

Después de mi turno, me iba a esta panadería para almorzar, un café y un sándwich era mi almuerzo aquel día. Empezaban a caer pequeñas gotas que hacían un ruido relajante.

Una vez que termine, me levante de ahí y estaba dispuesto a irme. No era una lluvia tan grave, solo unas pequeñas gotas que empezaban a hacerse más grandes con cada paso que daba.

Aquella lluvia empezó a caer fuerte y a montones. Corría empapado por más calles las cuales tenían un montón de charcos e incluso los pisos eran resbalosos y si dabas un paso en falso llegarías a tu casa lleno de barro, algo que no quería.

En cierta parte la lluvia se volvió más intensa y ya no podía seguir corriendo, por lo que me quede debajo de una parada de autobús que tenía un techo, el cual no me servía de mucho, pero por lo menos ahí podía estar hasta que pasará la lluvia.

Me senté en la banca que estaba ahí, temblaba del frío que sentía, ya que también una gran ráfaga de viento pasaba en dirección a mi. Me iba a morir de hipotermia.

Cuando la lluvia parecía haber cesado. Me levante y me fui caminando mientras temblaba, aun unas gotas caían, pero no era tan fuerte como hace un rato.

En algún momento, deje de sentir las gotas de lluvia caer sobre mi, y al fijarme hacia lo que tenía arriba, me di cuenta que era un sombrilla. Mire a la persona que tenía al lado, encontrandome con el...

Con Mido.

-No deberias irte debajo de la lluvia, puedes terminar con un resfriado-Dijo mientras me guiñaba el ojo.

Unas lágrimas cayeron por mis mejillas, ¡Era el!, no podía creerlo.

-¿Por que estas aquí?... -Dije mientras intentaba secarme las lágrimas.

-Bueno, te vi mojandote y pues... Me acerque, si quieres me voy-El estaba dispuesto a irse.

-¡No!... Quédate... -Dije mientras otra ráfaga de viento pasaba entre nosotros.

Mido agarro fuertemente la sombrilla, pero aún así salió volando. Empezó a caer una lluvia súper fuerte. Agarre la mano de Mido y empece a correr en dirección a mi casa.

Me sentía feliz.

Una pequeña sonrisa se dibujo en mis labios, esto me hacía sentir muy bien y feliz. Al fin habíamos llegado a mi casa, aunque llegamos empapados.

-¿Donde estuviste todo este tiempo? -Dije mientras abría la puerta y lo dejaba pasar.

-Estuve viviendo en un pueblo lejano, quería intentar olvidarte... Pero fue imposible-Dijo mientras temblaba un poco del frío.

-Yo también estuve intentando olvidarte, pero también fue imposible... Tu dijiste que cuando me diera cuenta iba a ser tarde...

-Sabes algo, es muy tarde....

-¿De verdad?...

-Pero no para mi...-Mido se acercó a mi lentamente y unió nuestros labios en un beso.

Extrañaba esas sensaciones que me provocaba el con un simple beso. Mi corazón sentía una calidez que extrañaba y me sentía completo. Por primera vez en mi vida puedo decir que estoy tan feliz de tener a este pervertido a mi lado.

-Bueno, creo que deberíamos ir a tomar un baño...

~𝙴𝚕 𝚊𝚖𝚘𝚛 𝚍𝚎 𝚞𝚗 𝚙𝚛𝚘𝚏𝚎𝚜𝚘𝚛~ 𝙰𝚢𝚊𝚝𝚘 𝚡 𝙼𝚒𝚍𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora