~𝙴𝚕 𝚊𝚖𝚘𝚛 𝚍𝚎 𝚞𝚗 𝚙𝚛𝚘𝚏𝚎𝚜𝚘𝚛~ 𝙰𝚢𝚊𝚝𝚘 𝚡 𝙼𝚒𝚍𝚘

Capítulo 8

Narra Ayato:

Después de lo que pasó en las regaderas Aso me ayudó a salir de la regadera y enjuagarme la cara. Estaba apenado, el me había visto desnudo. Pero fue por accidente.

Después de eso me vesti y el me acompaña a la enfermería para que me pusieran unas gotas en los ojos. Ya que aún me ardían muchísimo. Fui guiado por el hasta la enfermería y ahí un médico nuevo me atendió.

Aquel chico se retiró mientras se disculpaba por la vergonzosa situación en las regaderas.

—¿Como fue que sucedió esto? —Pregunto el enfermero con una voz suave mientras alzaba mi cara para ponerme las gotas.

—Estaba en las regaderas y me cayó jabón en los ojos—Dije mientras cerraba los ojos con fuerza mientras una que otra lágrima traicionera caía por mis mejillas.

—Mujo,tengo un extraño salpullido en... —Antes de poder terminar de hablar. La persona quedo paralizada donde estaba.

Abrí un poco los ojos encontrándome con Mido. Me veía asustado y preocupado. Se acercó a mi y me apartó el cabello de la cara. Al hacer eso pude sentir su mano totalmente fría.

—¿Que te paso? —Pregunto preocupado con su mano en mi frente.

—No manosees al paciente—Mujo apartó la mano de Mido de mi frente.

Su tono sonaba raro. Como si estuviera celoso. O quizás solo este haciéndome escenarios estúpidos.

—Me cayó jabón en los ojos... —Dije mientras limpiaba otra lágrima que caía de mis mejillas.

—Por suerte no fue nada grave. Pero de todos modos no puedes tomar clases así. Por lo que te quedaras aquí mientras yo atiendo el salpullido de Mido—Se llevo a Mido a otra parte con una cara de malas y me dejó solo.

Al estar aquí yo solo me hacía querer dormir. Cerré los ojos para descansarlos y sin pensarlo quedé dormido.
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Me levante desconcertado. Ya casi se terminaban las clases y yo había dormido todo ese rato. A mi lado estaba un pequeño escritorio donde Mujo estaba anotando varias cosas.

—Ya despertaste, que bueno. Ten, es un reporte médico del por qué faltaste a clase. Puse que tenías fiebre para... Cubrirte... —Lo último lo dijo en un tono de burla y me dio el papel.

Yo lo tome y me fui de ahí. Pero antes pase por la Sala de profesores y entregue la hoja. Por su obvio contenido no me dejaron tomar la última clase y me fui a casa.

Otra vez esa rara sensación de que alguien me está mirando. Me sentía incómodo. Veía hacia atrás a veces pero no veía a nadie. Estaba solo en una calle posiblemente peligrosa. Mis manos temblaban y empece a apresurar el paso con la respiración agitada. Sin darme cuenta choque con alguien.

—¡Perdon! —Dije mientras lo ayudaba a recojer las cosas que había tirado por mi culpa.

—No te preocupes. No pasa nada solo fue un accidente—Al ver detalladamente a este chico me di cuenta que era más alto que yo.

Tenía el cabello blanco y unos profundos ojos grises. Su cabello se veía algo largo y tenía un fleco. Se veía que trabajaba muy bien en su Cuerpo ya que se veía muy fuerte y además de ser mucho más alto que yo.

—Igual de todos modos, perdón—Dije mientras sonreía apenado.

—No debes preocuparte. Soy Megamo Saikou, y tu? —Dijo mientras extendía su mano.

—Yo soy Ayato Aishi—Dije mientras tomaba su mano y la estrechaba.

—¿Estudias en la Akademi? —Me pregunto detallando mi uniforme.

—Si, justamente me iba a casa.

—Espero verte mañana. Yo seré el nuevo presidente del Consejo estudiantil y sería bueno verte de nuevo y hablar un rato—Se despidió de mi y me dejó ir.

En todo el camino el aura se sentía peor. Como si alguien fuera a saltarme encima y atacarme. Cuando llegue a casa las manos me sudaban y con algo de suerte pude abrir la puerta sin que se me cayera la llave.

Apenas entre me fui corriendo a mi habitación y me acosté. Estaba cansado. Y de mi mente no salía la mirada preocupada de Mido.

¿Seran verdad sus palabras?.