Capítulo 15

314 31 4
                                    

Narra Ayato:

Hoy tendríamos una excursión en el bosque. Era necesario llevar agua, comida y repelente. Y un gorro, yo me negaba a ponermelo ya que me veía como un tonto. Pero Mido me dijo que me veía bien y que si me lo quitaba me iba a reprobar.

Viejo mañoso.

Estábamos en medio del bosque. Mido estaba al lado mio. Era incómodo ya que sentía que no me quitaba la mirada de encima por el short. A veces intentaba caminar rápido pero el me agarraba del brazo y me ponía a su lado y luego me soltaba.

Después de un rato llegamos a un río. Era muy bonito, y me quite mis zapatos para meter mis pies. Muchos lo hicieron e incluso unos se bañaron en el río. El dulce canto de las aves era relajante y el agua fría me hacía sentir un bien.

De la nada había sentido un empujón y caí al agua. La persona que lo hizo reía a carcajadas y yo pataleaba y chapoteaba.

—¿Por que haces así Ayato? —Dijo el chico limpiandose una lágrima que se le había salido.

—¡NO SE NADAR! —Dije mientras el miedo recorría mi cuerpo.

Todos quedaron en shock. ¡¿Por que en lugar de ayudarme se quedan ahí?!. Mido apareció corriendo y se tiro al agua. Estaba viendo borroso mientras intentaba por lo menos flotar. Pero no podía.

Sentí una mano en mi cintura y como me llevaban a la orilla. Empecé a toser desesperadamente mientras salía de mi toda esa agua que había tragado. Que amargo momento.

—Ayato-Kun... ¡Lo siento mucho!, ¡No sabía que no sabías nadar!,¿Me perdonas...? —Dijo eso mientras se arrodillaba a mi lado.

—No importa, te perdono... —Dije mientras regulaba mi respiración.

—Profesor Mido, es mejor que lleve a Ayato al campamento y ambos se cambien esa ropa. Pueden terminar con gripe, nosotros llegaremos más tarde—Dijo una profesora.

Yo me levante como pude y me fio junto a Mido. En todo el camino temblaba del frío. Cuando estábamos casi llegando se escuchó un trueno muy fuerte, oh no...

Una fuerte lluvia empezó a caer. Mido y yo salimos corriendo, pero me choque con una rama y caí al piso, raspando mi rodilla. Mido me ayudó a levantarme y ambos llegamos a la cabaña donde estoy. Una vez ahí, dije que me iba a bañar.

Mido dijo lo mismo y se fue a buscar ropa suya y también se dio un baño. Estaba saliendo del baño en toalla. Y al ir a las partes de las literas... Estaba Mido en bóxers.

—¿Que pasa?—El parecía confundido.

—¡Q-que me voy a vestir y es mejor que no me vea! —Fui hasta mi cama y agarre mi ropa.

Mido estaba detrás de mi, pero de espaldas. Me puse mi bóxer y mi camisa rápidamente. A veces volteaba pero me encontraba con Mido aún en bóxer. Por alguna extraña razón se me subía el calor a la cara.

—La profesora me aviso que se quedarán con los demás en una cabaña de unos ancianos que encontraron en el camino hasta que deje de llover... —Dijo hasta que por fin se puso un pantalón de pijama.

Yo estaba por hacer lo mismo. Hasta que un fuerte trueno cayó, haciendo que se fuera la luz. Yo me asuste por lo que grite muy fuerte y me voltee. Mido hizo lo mismo, pero me arrepentí de hacerlo.

Mido estaba sin camisa, y esos pantalones de pijama se veían ajustados, resaltando un bulto entre sus piernas. El me agarro en un abrazo y puso mi cabeza en su pecho.

—¿Que pasó?, ¿Por qué gritaste? —Dijo mientras acariciaba mi cabello.

—Y-yo... Yo le tengo miedo a los truenos... —Dije mientras temblaba.

La situación era comprometedora. Yo con mi pijama puesta. Pero Mido solo con su pantalón de pijama y sin camisa. Cuando intente separarme el puso sus manos en mi cintura.

Cuando alce la mirada, me encontré con la suya. Aquellos ojos que me ponían nervioso, me veía de esa manera que me hacía sentir que penetraba en lo más profundo de mi ser. Y que podía adivinar mis más oscuros secretos.

Acarició mi mejilla mientras pasaba su dedo pulgar por mis labios. No podía dejar de verlo a los ojos. Se acercó a mi y unio nuestros labios en un beso cálido y lleno de amor.

Poco a poco me llevo hasta mi cama y me acostó en esta. Empezó a jalar mi camisa mientras yo enredaba mis piernas en su cintura.

Cuando nos separamos del beso, aquella mirada de lujuria se hizo presente en el. Empezó a dejar besos en mi cuello haciendo que se me saliera uno que otro suspiro.

—Te haré mio... Aquí y ahora.

~𝙴𝚕 𝚊𝚖𝚘𝚛 𝚍𝚎 𝚞𝚗 𝚙𝚛𝚘𝚏𝚎𝚜𝚘𝚛~ 𝙰𝚢𝚊𝚝𝚘 𝚡 𝙼𝚒𝚍𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora