~𝙴𝚕 𝚊𝚖𝚘𝚛 𝚍𝚎 𝚞𝚗 𝚙𝚛𝚘𝚏𝚎𝚜𝚘𝚛~ 𝙰𝚢𝚊𝚝𝚘 𝚡 𝙼𝚒𝚍𝚘

Capítulo 6

Narra Ayato:

—Vete al diablo... —Dije indiferente. Me dolía el brazo y de seguro tiene una gran marca por la fuerza.

—Joder... —Al decir eso me agarro del cuello sin apretarlo como para ahorcarme y se acercó a mi.

Empezó un desesperado y apasionado beso. Me besaba tan brusco que no me estaba gustando para nada esta situación. Con fuerza mordió mi labio y pude sentir ese sabor metálico en mi boca. Me faltaba el aire y el se negaba a soltarme.

Empezó a ejercer fuerza en mi cuello mientras metía su lengua en mi boca, jugando desagradablemente con la mia. Con su mano libre empezó a desabrochar los primeros botones de mi camisa. Cuando por fin se separó, pude tomar aire por poco tiempo antes de que volviera a apretar mi cuello.

Empezó a lamer mi pecho y dejó un gran chupon en este. Puse mis manos en la mano que el tenía en mi cuello. Queriendo que me soltara. Aun podía respirar pero no muy bien, antes de exigir me arrincono en la pared y con su rodilla empezó a masajear mi entre pierna...

¡No quiero esto!.

Me negaba rotundamente a eso, y puedo decir que me están violando. Volvió a apretar más fuerte mi cuello y empece a toser por aire y piedad. Mido me vio y quedó atónito, enseguida me soltó y yo empece a respirar como loco.

—Y-yo... —No sabía que decir. Me tire al piso agarrando mi cuello, este también dolía ahora.

—Eres un mounstruo—Dije viéndolo resentido por lo que ha hecho—¡Haz intentando violarme!, ¡Se los diré a todos!. ¡Les mostraré mi cuello y les diré que me acosas!—Fui levantado a la fuerza agarrado de mis muñecas.

—Por favor, no le digas a nadie lo que he hecho. Perdí el control de mi mismo y sin querer hice todo eso, perdóname... —Dijo arrepentido mientras me hacía más daño apretando mis muñecas.

—Sueltame... Me lastimas... —Dije dejando salir una lágrima traicionera nuevamente.

El me soltó y limpio aquella lágrima y junto nuestras frentes. Suspiro y dejó un beso en mis labios que no correspondí y rodee mi cabeza.

—Perdoname... No debí hacer eso y esta mal, pero estaba celoso... —Al decir eso quedé confundido.

—Celoso?...

—Celoso del imbécil de Taro Yamada, crees que no se que siempre estas detrás de él? —Fruncio el seño —Yo te quiero solo para mi, tu tienes que ser mio, no lo entiendes?. Te lo estoy dando todo, te estoy dando mi corazón y aún sigues detrás de él! —Al decir lo último soltó un suspiro con algo de rabia.

Se separó de mi por fin dejándome en paz. Acomode bien mi ropa y me fui corriendo de ahí. No quería verlo ni mucho menos saber de el. Quiere que lo disculpe después de haberme intentado violar, ¿Quien en su sano juicio pide perdón por eso?.

Así pase el día. Esquivando a Mido por todos lados. Al llegar a mi casa estaba intentando abrir la puerta pero esa sensación de ser observado me hacía sentir mal. Las manos me temblaban y se me hacía difícil.

—¿Ayato?, ¿Ayato Aishi? —Al voltear para ver al responsable vi a...

—¿Osano? —No podía creerlo,¡Era Osano Najimi!.

—¡Ayato! —Se acercó a mi y me abrazo. Yo correspondí su abrazo.

—Tanto tiempo Osano, que te trae por aquí? —Cuando me separe del abrazo le sonreí.

—Mis padres se volvieron a mudar. Y me mandaron a dar un paseo, que coincidencia encontrarte!. ¿Vives aquí? —Me pregunto con una sonrisa igualmente.

—Si!, ¿Quieres pasar?—El solo asintió y paso—¿Quieres agua?, ¿Café?, ¿Un té o algo? —Dije yendo a la cocina mientras Osano se sentaba en el mueble.

—Un vaso de agua estaría bien—Voltee solo para regalarle una sonrisa.

Le lleve el vaso de agua y me senté. Empezamos a hablar de todas las cosas que habíamos hecho en tantos años de no vernos, ya que Osano, es mi mejor amigo de la infancia.

—¿Recuerdas el último cumpleaños que pasaste conmigo? —Dije mientras lo veía fijamente.

—Si, ese día fue tu cumpleaños y yo justamente me tenía que ir al otro dia. Te extrañe mucho durante todos estos años! —El se veía muy entusiasmado de verme de nuevo—Pero creo que ya es hora de irme. Mi mamá debe de estar esperándome y yo aquí—Se levantó, pero antes de que se fuera lo agarre de la muñeca.

—¿Donde vas a estudiar? —Pregunté.

—Vaya, esa Academia tiene un nombre raro... Creo que se llama Akademi High School...