Capítulo 10

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Narra Ayato:

¡A el que le importa lo que yo haga!.

—No es su problema... —Dije mientras me cruzaba de brazos.

—Claro que lo es!, debo proteger lo que es mío, esos Zamuros solo se van a aprovechar de ti! —Dijo mientras me veía de una manera en la que diría que atravesaba mi corazón.

Pero prefiero morir, que ser la aguja en su ojo.

—Usted suena muy gracioso, recuerde que en primer lugar usted se iba a aprovechar de mi, ya que lo que usted busca es una revolcada conmigo y no se va a poder, por qué no caigo tan fácil en juegos. Y segundo, no soy de nadie. Me mando yo mismo y mi cuerpo es mío. Así que antes de decir algo tan ilógico piense bien en la persona que tiene en frente—Me levante dispuesto a irme. Pero Mido me agarro del brazo.

—No dejaré que te vayas así de simple. Tu no lo entiendes, pero mío ya eres. Y haré lo posible para tenerte a mi lado. Así tenga que matarlos a todos ellos para que no se te peguen como moscas, lo haría. Eres mío, y quiero que me digas que hacías con esos dos... —Bueno... No perdía nada con decirlo, además de que no quiero reprobar historia.

—Escuche María ventana. Solo estaba probando los postres de Amao, y Kizano me eligió para su obra de teatro. No se usted, pero yo no veo nada de malo en eso. Así que si ya escucho lo que quería, déjeme ir...—Mido me miro con esa mirada tan profunda que hacia que mi corazón empezará a latir rápido y que los nervios llegaran a mi.

—Te lo pasaré... Pero si en la obra de Kizano si veo que te estas besando con alguien, te castigare... —Poco a poco se fue acercando a mi.

Puso una de sus peligrosas manos en mi mejilla y con su dedo pulgar acarició mis labios. Me veía directamente a los ojos mientras se acercaba más, y yo por alguna extraña razón me quedaba ahí como un estúpido.

Junto nuestros labios en un cálido beso. Su manera de besar era tan cálida que si fuera más ingenuo, hubiese caído en este momento. Se sentía tan reconfortante a pesar de que sus labios eran suaves y se movían lentamente arriba de los míos.

Voy a enloquecer.

Mido se separó de mi viéndome complacido. Sonrió de esa manera socarrona a la que estoy acostumbrado, y luego empezó a reír.

—Que buen chico eres. Debería darte un premio, pero aquí no es el lugar correcto~—Canturreaba mientras acariciaba mi mejilla.

Depósito un beso en mi frente. Podía sentir como el calor se subía a mi cara. Cuando por fin me dejó en paz pude salir corriendo, estaba corriendo sin rumbo alguno. Hasta que alguien me llamó la atención.

—¡Joven!, ¡Usted no está en una carrera! —Me pare en seco al ver que era alguien del Consejo estudiantil por el uniforme—¿Aishi? —Al levantar mi cara me encontré con Megamo.

—Oh, hola... —Dije mientras ponía detrás de mi el guion que me había dado Kizano.

—¡Que sorpresa!, ¿Que tal la institución? —Dijo mientras me sonreía de una manera calmada.

—Pues bien, me encanta aquí ya que es un lugar tranquilo... —¡Maldito Mido!—Además de que hacer amistades aquí es muy bueno, todos son amigables... —Dije mientras empezaba a caminar.

Megamo solo se quedó callado y se fue conmigo. Estuvimos hablando sobre cosas de nosotros y así. Parecía que nunca había tenido un amigo y se sometía a una gran presión por tener como apellido el Saikou.

—¿Sabes andar en bicicleta? —Me pregunto mientras se peinaba un poco.

—Claro que si, ¿Y tu? —El bajo la mirada apenado.

—Nunca aprendí... De hecho una vez me castigaron por no aprender a manejar una... —Dijo mientras un pequeño rubor aparecía en sus mejillas.

—Pues... ¡Dejame enseñarte!.

Holis, que tal?.

Anoche no pude dormir, y me nació la tremenda idea de hacer una historia de Ayato con cada rival(Obviamente que cada una separadas y con tramas diferentes) pero en entonces no se con quien ir después de esta.

Ando entre Osano y Megamo. Y bueno, estaré pensando en cual de los dos y me gustaría que también ustedes me dijeran cual prefieren.

Que la pasen muy bien, adiós!!

~𝙴𝚕 𝚊𝚖𝚘𝚛 𝚍𝚎 𝚞𝚗 𝚙𝚛𝚘𝚏𝚎𝚜𝚘𝚛~ 𝙰𝚢𝚊𝚝𝚘 𝚡 𝙼𝚒𝚍𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora