PRÓLOGO

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PRÓLOGO

La primera vez que lo vi, quedé cautivada por su belleza y nobleza.
Fue el primero en ayudarme, en apoyarme, y de enamorarme.
Un amor joven.
Un amor de verdad.
Un amor que prometía ser para siempre.

—Si, acepto —el anillo se deslizó sobre mí dedo. El brillo en sus ojos era deslumbrante, hermoso.

—Serena Tsukino ¿aceptas a Darien Chiba para amarlo, respetarlo, estar en la buenas y en las malas, hasta que la muerte los separe?

Emocionada y enamorada asentí sin perder la vista al amor de mi vida.

—Acepto.

Con una frase de marido y mujer, nuestra felicidad parecía ser el inicio de nuestra historia.  Sellamos nuestras promesas con un beso.

—Prometo hacerte feliz —murmuró en mi oído—. Prometo amarte y hacer muy bien mi papel como esposo.

Me reí.

—Yo también prometo amarte por siempre —le sonreí.

Supongo que a veces uno se puede arrepentir de las palabras. Justo como yo lo había hecho.

Supongo que lo sabes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora