CAPITULO 14

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CAPITULO 14

Con pesar mastiqué la fruta. Esto era mi comida después de días.
Mamá me miraba con preocupación, Darien seguía mirándome con lastima y arrepentimiento. Su rostro perfecto ahora era un asco, tal y como el mío. Cabello aún más largo y sin peinar, ojeras notorias y barba que se ha dejado crecer.
Creo que tanto a él como a mi, no nos importa nuestra imagen.

—¿Ya te encuentras mejor? —preguntó mamá.

Su visita fue inesperada pero ante la tensión entre Darien y yo, fue demasiado notoria. Darien se excusó con que solo me sentia enferma pero mamá y toda nuestra familia ya sabian que nuestro matrimonio estaba decayendo, así que aquella excusa mamá no le creyó.

—Estoy bien.

—¿Ninguno piensa ir a trabajar?

Yo seguía vestida con mi pijama, Darien vestía como si fuera a ir al trabajo pero aún permanecía en casa.
Son cerca de las 12 del medio día.

—Me tomé algunos días en el trabajo —murmuré.

—Yo...solo tendré una videoconferencia —Murmuró Darien.

Y así, de nuevo surgió el silencio incómodo.
Mamá suspiró dándose por vencida.

Tres horas después a que mi madre se marchara, tomé un vaso de agua e intente subir de nuevo a mi habitación, pero Darien me detuvo con su voz a pesar de que deseaba tocarme.

—¿Podemos hablar?

Bajé la mirada y Negué.

—Por favor Serena.

Tal vez fue la súplica en su voz en la que me hizo suspirar y tomar asiento en uno de los sofás.

—Se que no tengo excusa —Murmuró después de varios minutos de silencio—. Se que hice mal en aceptar besar a Rei y descuidarte en estos años. Se que tengo la jodida culpa, te he lastimado, te he destrozada y he mandado al carajo todas las promesas que te hice en nuestra boda. Me disculpo, me disculpare mil veces ante ti sabiendo que muy probablemente no me perdonarás. —suspiró alzando su mano y atrapar la mía—. Te prometo que haré lo que sea para que vuelvas a confiar en mí, para que nuestro amor no termine.

Negué una y otra vez siendo de nuevo víctima de las lágrimas.
Sus palabras se escuchaban sinceras y dolidas, quisiera creerle, quisiera lanzarme a sus brazos y hacer que lo nuestro vuelva a surgir de nuevo, olvidar el daño y empezar de nuevo pero realmente, realmente ya no podía confiar en una persona que me destrozó cuando yo solo intentaba dar todo de mí.
La confianza se marchó cuando la traición llegó.

—No. No. No. No —Negué soltando su mano como si eso me quemara—. No puedo perdonarte Darien. No puedo simplemente olvidar todo como si nada hubiera pasado. Más has destrozado el corazón, has perdido toda la confianza y amor que había depositado en tí. Lo perdiste todo Darien, y no sólo se trata de los besos que le has dado a Hino sino que todos estos años de casados te has sumergido por completo en el trabajo...

—Eso lo hago por ti, por nosotros —interrumpió—. Mi trabajo es para ambos

—Lo sé. Se que ese fue tu idea al principio y logré entenderte, sabía que lo estabas haciendo por los dos pero desde que te olvidabas de los eventos importantes, nuestros aniversarios, cumpleaños, eventos familiares. En cada uno de esos, tu estabas en el trabajo. ¿Alguna vez te tomaste cinco minutos de descanso para hacerme una llamada y saber cómo me encontraba? —me reí—. Cuando tu madre tuvo un infarto, tu no estabas ahí y ni siquiera atendiste a las miles de llamadas que te hice. ¿Sabes por qué? Porque estabas sumergido en el trabajo, enojado por qué rechazaron tu proyecto. Darien... Tu trabajo es todo para ti, y yo no puedo interferir en eso.

Supongo que lo sabes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora