CAPITULO 13

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CAPITULO 13

Aparté de un manotazo las manos de Darien sobre mi rostro, y me alejé de él a pesar de que a mi cuerpo le costara un poco de trabajo mantenerse estable.

—Serena...

—¿Por qué Darien?

—¿Por qué, qué? No logro entenderte.

Lo Miré queriendo matarlo y a la vez creerle a esa voz en mi cabeza.
Tomé mi celular, busqué la imagen y se lo mostré con todo y Zoom.
Su cara era petrifica mientra miraba en mi celular, tal vez eso le refrescó la memoria porque de forma inmediata me miró y negó.

—Fue ella quien me besó, yo no —lo explicó con brevedad—. Ni siquiera la toqué, lo puedes ver.

—Pero parecías disfrutar el beso ¿no es así?

Sé quedó en silencio rompiendo más mi pobre corazón. No lo negó pero tampoco lo aceptó, y no sabía si eso era bueno, malo o peor.

—Solo me tomó desprevenido, no sabía que hacer.

—¿No sabías que hacer? —solté una enorme risa de amargura—. No sabías que hacer cuando una mujer que no es tu esposa te besa. Por dios, que sinismo. Tal vez si me beso con alguien que no sea mi esposo, no sabré que hacer y dejaré a que me bese.

—Serena...

—No. —le corté—. Me estás confirmando que si le aceptaste el beso a esa mujer a pesar de que te besó a la fuerza y te tomó desprevenido. ¿Te has dado cuento lo que provocaste? ¿Te has dado cuenta de que todo lo que construí para los dos, lo has dejado caer? Tres años de matrimonio sumando los tres años de noviazgo, todos esos años ahora... Ahora están en la basura.

—Un beso no significa nada —se apresuró a decir con desesperación.

Me reí.

—Tal vez no para ti, pero para mí si. Un beso que cuestiona que tanto me ama mi esposo. Pero ahora veo que no me ama lo suficiente porque ni siquiera piensa en mí, ni siquiera pensó en nuestro matrimonio, en nuestra familia ¡En mi maldito corazón! —grité—. Mi esposo ni siquiera pensó que un inofensivo beso me rompió el corazón, que me hizo dudar de todo lo que he hecho para él. Ahora ni siquiera se si de verdad me ama o no.

Sus ojos derramaban arrepentimiento seguido de dolor y vergüenza.
Era como si regresara aquel Darien que llegué a conocer. El chico Tímido y a la vez divertido, pero ahora todos estos razgos ya no me enamoraban, ahora me dolía.

—¿Me amas? —pregunté con mi corazón roto entre mis manos—. ¿Alguna vez lo has hecho?

—Te amo.

Negué.

—Dime la verdad, di....

—Te amo —afirmó con dureza—. Te amo Serena, te amo.

—El amor no duele. La persona que te ama no te puede causar dolor. La persona que te ama no puede serte infiel.

—No te fui infiel.

—¡Lo hiciste! Hayas o no hayas iniciado el beso, aún así le diste el pase libre para que Rei Hino se ilusionara más de lo que ya está. Y si inicio con un beso, no me quiero imaginar lo que puede suceder si tú le das el acceso libre. —me reí—. Por que bueno, si aceptaste el beso, puede que aceptes más de lo que esa mujer te puede ofrecer.

Negó pasando sus manos por el cabello y jalar un poco en modo desesperación.

—Hablemos de esto con calma por favor, déjame explicarte.

Supongo que lo sabes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora