Melodía de seda~ [Yone x Lectora] +18

Capítulo 19 - El sentido de la vida

Yun corría por los bosques intentando esconderse de un azakana. Se ocultó detrás de un árbol mientras este la buscaba. Se mantuvo en silencio para que pudiera pasar desapercibida.

— Señorita, sígame — vio a Lian a lo lejos.

Ella obedeció, no tenía otra alternativa, después de todo era uno de los lacayos de Cassiopeia. — Muchas gracias por rescatarme, ¿Puedo saber a dónde vamos? —.

— No se preocupe, iremos a un lugar seguro — llegaron al templo de Cassiopeia, de repente se inclinó — Mi señora —.

Cassiopeia llegó con su lacayo — Buen trabajo, Lian —.

— ¿Para que me querías? —.

Cassiopeia levantó a Yun del mentón con su abanico — Es algo que todavía no decido, después de todo arrojaste a mi hermana al plano terrenal —.

[...]

Yone llegó hasta donde solían vagar la niña y el Lobo. — Supe que Reader está en el plano terrenal, ¿Cómo está? —.

— Entre la vida y la muerte, no tiene de que preocuparse, la traeré de vuelta —.

La mano de Yone comenzaba a cambiar — Que sea lo antes posible —.

[...]

— ¿En verdad te gustó tu estadía en el plano espiritual? — preguntó Yone.

Reader y él estaban sentados en posición de loto sobre el césped. La albina observaba detenidamente la segunda espada que tenía. — Es un lugar muy bello, los espíritus son muy agradables y todas las leyendas son ciertas —.

Miraron a Kayn, Lillia e Ivern. Yacían sentados en el césped, la cervatilla de los sueños le ponía flores a la trenza de Kayn, que este tenía cara de poco amigos.

Ivern aplaudió al ver como había muchas flores en la trenza del azabache.

Le quitó la trenza y trató de sacar las flores que había en su cabello. — ¡No se quitan! —.

Rhaast comenzó a reír.

Lillia se levantó para ponerle una corona de flores a Ivern y Kayn, luego se acercó al imborrable y la domadora de las sombras para ponerles coronas de flores a ambos.

— Gracias, Lillia — agradeció la albina.

— No hay de que... — miró su cabello — ¿Puedo trenzar tu cabello? —.

Asintió.

Soltó un chillido de emoción y se sentó junto a ella para tomar su cabello.

— ¿Y hay un espíritu parecido a mi con el mismo nombre en el plano espiritual? —Yone retomó la conversación a antes de que Lillia llegara a interrumpir.

— Si, un espíritu Kanmei, son dos tipos de espíritus, Kanmei y Akana, yo también soy un espíritu Kanmei, aunque hay un espíritu híbrido entre Kanmei y Akana por sus padres —.

Lillia recogía algunas flores que estaban ahí y las ponía en la trenza de Reader.

— Suena interesante el plano espiritual —.

— Y tiene su propia cervatilla de los sueños, deja que muy pocos se acerquen a ella porque es demasiado tímida — miró a Lillia terminar la trenza — Me encanta, gracias —.

Lillia soltó una leve risa y se levantó para regresar con Ivern y Kayn.

— Si algún día dejan de llegar los azakana a Jonia me gustaría ir al plano espiritual y descansar —.

En Reader se podía apreciar un brillo especial como cuando te enamoras, aunque se apaga al recordar que no es el mismo Yone que conoció en el plano espiritual. — En verdad te agradezco la ayuda, Yone, aunque también podrías irte una vez que sepas el nombre del azakana de tu máscara —.

— No estoy seguro de saber su nombre —.

— Dejame ayudarte, soy el espíritu de... —.

— ¿Podemos irnos? Quiero quitarme las flores del cabello — Kayn llegó a interrumpir la conversación.

Se puso de pie — ¡No seas grosero con Lillia, está ayudando a tu entrenamiento! —.

El azabache tomó su trenza molesto — ¿A esto le llamas ayudar en un entrenamiento? Por favor, se comporta como una niña con esas estúpidas flores que no le pedí —.

Lillia comenzó a llorar y se fue corriendo. Yone fue detrás de ella mientras que Reader le puso mala cara — Tienes que aprender a ser más educado con la gente —.

— ¡Educado mis bolas! ¡Vámonos! — logró arrancarse algunas flores del cabello.

En el camino al templo de la orden, ambos estaban muy callados, aunque Reader estaba molesta con Kayn por como trató a Lillia. — Deberías de disculparte —.

— Y tú deberías de confesarle a Yone que te gusta — ya casi llegaban a la puerta principal.

— ¡No me gusta! — gritó. — Me recuerda a alguien que conocí en el plano espiritual... —

Kayn la jaló de la ropa y la llevó por otro camino. — Espera, es Shen —.

La albina se quedó congelada. Quizás se había enterado y Shen planearía acabar con ella. — ¿Qué hace aquí? —.

Vieron a Shen tocar la puerta del templo. — Tu existencia amenaza al equilibrio espiritual —.

Dio un salto y por poco grita. Vieron a la puerta y como dejaron entrar a Shen. Notó la presencia de la niña y el lobo. — Son ustedes, me dieron un susto —.

— El ojo del crepúsculo ya lo sabe, dejas un rastro donde quiera que vayas — le respondió el lobo.

— ¿Cómo oculto el rastro? —.

Miró a su maestra muy confundido — ¿Con quién hablas? —.

[...]

— Creí que dijiste que ibas a matarme si la próxima vez que nos encontráramos —.

Ocultó sus manos en su espalda. — No estoy aquí por eso, algo o alguien amenaza el equilibrio y hace mucho que no veo a Reader —.

— ¿Asumes que desapareció o algo? —.

Soltó una pequeña sonrisa. — No intentes despistarme, Zed. En la orden Kinkou se dice que vieron a Jhin matar a tu hermana —.

— Es raro, no atendimos a Reader ninguna herida —.

Tomó a Zed de la ropa — No creas que puedas engañarme, alguien está dejando un rastro corrupto y eso amenaza el equilibrio, me lleva aquí y a un camino sin rumbo, ¿Es ella? —.

— No tengo respuesta a tu pregunta, Shen — respondió con calma.

— Sé que mientes, eres capaz de cualquier cosa por Reader, lo he visto —.

Hizo que soltara su ropa — No te alteres, digo la verdad, ¿Quién mentiría estando calmado? —.

Miró a su viejo amigo a los ojos, estaba muy calmado y no parecía tener sospechas de él — Bien, te voy a creer, vendré en una semana y espero ver a Reader junto a ti — se dio la vuelta y salió del templo.

Detrás de Zed bajaron Reader y Kayn de un árbol — Ya sabe lo de tu condición, tenías razón —.

— Shen solo me persigue porque estoy en el límite, pero no te preocupes, sé como ocultar ese rastro —.

Miró a su hermana — Confío en que lo harás, vendrá en una semana a verte —.