Capítulo 2 - Mensaje recibido

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La azabache peinó su cabello como de costumbre, estaba dispuesta a meterse a nadar al río como de costumbre, era lo que más le encantaba del lugar. No fue hasta que encontró a Yasuo.

- Qué bien que te encuentro - notó que tenía una carta en la mano, supuso que era alguna confesión.

- Me halagas, pero no me atraen los hombres atractivos, lo eres pero... No me fijo en lo físico -.

- ¿De que hablas? Necesito que hagas de paloma mensajera y le des la carta a mi hermano - le entregó la carta a la azabache.

Ella estaba desconcertada. No sabía que Yasuo tenía un hermano en el plano espiritual, ella jamás le había dedicado la palabra a ellos, más que nada por órdenes de su hermano, este odiaba a ambos. - Lo siento, estoy acostumbrada a los hombres que sólo declaran su amor por mi belleza en especifico -.

Él sonrió - Admito que eres bella, pero tengo mis estándares para que una mujer se gane mi amor - a ella le parecía tierno de parte del espadachín. - A Yone puedes encontrarlo en el río, quizá el viento te ayude... Y dos espadas -.

- Entendido, de hecho, era el lugar a donde me dirigía - dijo sarcástica. No le tomó mucho tiempo para que pudiera llegar, ella había aprovechado que estaba sola para cantar para ella misma. - Mira bien... Nunca voy a ser una novia ideal o una buena hermana... No sabré, tal papel jamás tomar... Ahora sé... Que al demostrar quien realmente soy... Gran dolor podría causar... -.

Yone no estaba tan lejos de la chica como pensaba la azabache, podía escucharla cantar desde el río, este estaba tomando un baño. - Que hermosa voz -.

- ¿Quién es quien veo ahí?... Su mirar fijo en mí... Y que en mi reflejo no reconocí... No puedo continuar... Esta gran falsedad... Cuando en mi reflejo yo, me veré en verdad... Cuando en mi reflejo yo, me veré en verdad... - ella ya había llegado al río y miraba el reflejo en el agua.

- Tu voz es hermosa y cautivadora - dijo Yone, estaba en la orilla del río, el agua le llegaba poco arriba del ombligo, él se encontraba recargando sus brazos en las piedras.

Ella se puso rojita, estaba frente a un hombre desnudo en el río, que no era su hermano. Le avergonzaba verlo, volteó en otra dirección cubriendo sus ojos con sus manos tratando de no ver a Yone. - Lo siento, yo solo venía a dejarte una carta -.

- Lanzala - ella obedeció y él la atrapó. - Te agradezco, puedes irte - dejó la carta junto a su ropa.

- Gracias - se fue corriendo la chica, esta para su suerte, se encontró con Thresh. - Hermano -.

- ¿Dónde estabas? -.

- Me encontré con Yasuo, quería que hiciera de paloma mensajera para su hermano - este la tomó de los hombros con un aura oscura. - Salí corriendo cuanto antes porque estaba desnudo -.

Él la soltó. - Ah... Estaba preocupado por Cassiopeia - era de los pocos que conocían sus verdaderas intenciones, esta quería su linterna para volverlo débil y el único método que usaría sería a través de su hermana menor. - ¿No te encontraste con ella o si? -.

Asintió. - Pero salí corriendo lo antes posible, son tentadoras sus propuestas, pero no puedo caer en la tentación -.

- Bien, vamos al templo - la tomó de los hombros y guió por delante de él.

La primera vez que alguien que no era de su familia la había escuchado cantar y le gustaba su voz.

[...]

Yone terminó su baño y se vistió, para después leer la carta de su hermano. Este quería saber si le gustaba la chica que le envió el mensaje, ya que este jamás se había enamorado en vida de una chica de su edad.

Cuando encontró a su hermano lo golpeó con la carta. - ¿¡Por qué me golpeas!? -.

- ¿Todo por una chica? Casi me ve desnudo - tiró la carta al suelo enojado y su rostro algo sonrosado.

- No por su belleza, cuando está sola suele cantar hacía el viento, yo la he escuchado - el menor no dejaba de ver su espada, específicamente su reflejo en la filosa cuchilla.

- Tiene lo que se llama una melodía de seda, ya que sus palabras al ser cantadas son suaves con el viento - este miró al cielo pensando en ella.

Su hermano sonrió. - Lastima que no puedes acercarte a ella, ya que es hermana menor de Thresh - en su voz se notaba el tono de burla.

- Si es imposible acercarme a ella, entonces ¿Por qué la enviaste? - estaban a punto de pelear con su hermano con sus espadas.

- Oye, tranquilo, tengo un plan -.

[...]

La azabache se la pasaba sentada a las afueras del templo de su hermano, dónde estaba esperando cautivar a los hombres con su belleza y Thresh pudiera atraparlos, sostenía un abanico al frente de su cara cubriendo sus labios y nariz para llamar aun más la atención.

En ese momento entraron tres hombres, dos de ellos fueron ladrones en vida y el último era un hombre inocente que se vio obligado a matar a otro hombre para salvar a su hija.

- No se queden mirando, vengan conmigo - les guiñó un ojo a los tres y cayeron en la trampa.

Su hermano mayor sonrió. - Buen trabajo, usualmente vienen de uno en uno y me has traído a tres personas al mismo tiempo - tocó la cabeza de su hermana menor, ella solo asintió y regresó a la cocina a preparar té.

Aunque es un espíritu aún puede beber té y comer algunos alimentos que le dejan en ofrenda a su hermano mayor. Esta no dejaba de pensar en Yone, no por el hecho de que lo haya visto desnudo, sino que él escuchó su melodiosa voz. Pensaba en que tal vez podría atraer a los recién llegados con su voz como si se tratara de una sirena.

- ¡No puede ser! - escuchó a Thresh, algunos de sus "hijos" habían escapado de la linterna.

La azabache se acercó a él. - ¿Pasa algo, Thresh? -.

- Han escapado algunos de mis hijos - sostenía su linterna con ambas manos mostrando que estaba algo vacía.

- Quedate aquí, iré a buscarlos - salió del templo de Thresh a buscar los hijos de este, pero el mayor la detuvo.

- Espera, quiero darte esto - le entregó un collar con una botella pequeña en forma de corazón como dije de color rosado. - Ahí puedes meter a mis hijos -.

Ella se puso el collar y fue a buscar a todos los hijos de Thresh para regresarlos a su lugar.

Melodía de seda~ [Yone x Lectora] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora