Melodía de seda~ [Yone x Lectora] +18

Capítulo 12 - Te protegere porque te amo

Jamás pensó que alguna vez pediría la ayuda de Cassiopeia, hasta ahora, estaban en una formación en la cuál, Thresh jamás la tocaría, al llegar fueron recibidos por este. — ¿¡Dónde has estado todo este tiempo!? Me tenías preocupado — en cuanto se acercó a su "hermana" los hombres de Cassiopeia formaron una barrera para alejarla de él. — No sean unos exagerados, es mi hermana —.

— La encontré, pero no vengo a entregártela, de hecho, venimos a preguntarte algo y responde con la verdad... — derribó a Thresh con su cola, Reader le entregó la horquilla a Cassiopeia. — ¿Se la dio tu madre a Reader cuando nació? — señaló al objeto.

— Yo no sé de que hablas — fue su respuesta.

— Estas mintiendo, el tatuaje en mi espalda lo demuestra, Cassiopeia es mi hermana mayor y tú y yo no somos familia, por eso me violaste el otro día, ¿Verdad? — la menor estaba a punto de llorar de la ira.

Thresh se levantó. — Tú no eres de mi familia, voy a contarte lo que pasó... Alguien estaba vendiendo un bebé en el mercado negro, papá intervino y rescató a la bebé, tenías esa orquilla en tu cobija, jamás dimos con tus padres, pero te criaron como hermana, ¿Crees que violaría a mi hermana? — trató de acercarse a ella.

Cassiopeia lo tomó de la muñeca. — Y pensar... Que traté de hacer que mi propia hermana robara tu linterna, hazme un favor, no la toques o le diré a Ahri que violaste a Reader... ¿O quieres que te sellen en tu templo por toda la eternidad? — Thresh se soltó y regresó adentro sin decir nada.

Cassiopeia y Reader estaban volviendo al templo de la mayor. — Después de todo... Si somos hermanas, pero... ¿Quién planeaba venderme? —.

— No lo sé, pero había alguien de la familia que nos odiaba — la menor dejó de caminar y se quedó quieta. — ¿Pasa algo? —.

— No dejo de escuchar una melodía que me advierte —.

— Estén preparados para lo que sea — advirtió a sus hombres que estuvieran dispuestos a pelear.

[...]

Una vez que el azakana salió del templo, Kagami salió corriendo por otro atajo a advertirle a Yasuo y Yone, mientras Yun aprovecharía para culparla. Cuando llegó con los hermanos ambos se sorprendieron de ver a Kagami fuera de su templo. — Yasuo, Yone... Reader está en peligro, Yun invocó un azakana y el azakana va a matar a Reader, hagan algo —.

— Si estas aquí... Reader no está en el templo, ¿Verdad? —.

— Salió con Cassiopeia, salí en cuanto pude por miedo a que el azakana me matara — Yasuo la abrazó.

— Hiciste bien en venir con nosotros, pero yo no cazo a los azakanas — Kagami cubrió su cara con sus manos.

Yone salió corriendo a buscar a Reader, pensó que quizá Cassiopeia la había entregado a Thresh, pero este solo estaba sentado afuera de su templo. — ¿Dónde está ella? —.

— ¿Reader? Creí que tú la tenías — le respondió.

El albino sacó sus espadas. — No estoy jugando, ¿Dónde está? — solo le señaló un camino, Yone estaba dispuesto a salvarla, se fue por el camino esperando encontrarla, pero no había nadie. — Me engañó —.

[...]

Cassiopeia y Reader estaban más tranquilas, sobretodo porque se sentían seguras en el templo de la mujer serpiente. Las dos estaban tomando té. — ¿Cómo es que eres una mujer serpiente? —.

— No lo sé, quizá se relaciona con algún demonio o algo parecido... — le sirvió un poco de té. — Tengo otra propuesta para ti, claro, no voy a obligarte —.

— Supongo que quieres que venga a tu templo a vivir contigo, ¿No? — asintió. — Pero Yone... —.

— Si lo prefieres puedes irte a vivir con él y su hermano, es tu decisión — dejó la tetera de vuelta en su lugar.

[...]

Yone corrió hacía el templo de Cassiopeia, en medio del camino vio a una niña perdida, esta se dirigía al mismo lugar que él, sabía que no era una niña, sino el azakana que Yun invocó, de la nada, del suelo también salió otro azakana, no solo uno iba detrás de Reader sino dos.

Al llegar, vio como el adalid de Cassiopeia dejó entrar al azakana, este entró detrás de ella con sus espadas listad. — Espera, no es una niña — detrás de él entró el otro azakana, tomó la forma de un hombre guapo. — Saquen a Reader de aquí, van a eliminarla del plano espiritual — Lian corrió hacía las hermanas, la menor se acercó a Yone, la niña y el hombre al verla tomaron su verdadera forma.

Yone y Reader salieron corriendo, ambos agarrados de la mano. — Yone, ¿Qué está pasando? —.

— Son azakanas, uno salió de la nada y el otro dijo Kagami que había sido invocado por Yun — no dejaron de correr, ambos azakanas estaban cerca de atrapar a Reader, pero el que apareció frente a Yone lo atrapó.

— Ella es mía —.

— No, es mía — Yone cortó la cara de uno de ellos a la mitad, la espada en su mano derecha convirtió en polvo al azakana al momento de cortarlo.

— Se equivocan ambos, ella es mía — dijo Yone con mucho orgullo. — Tu sigues —.

El azakana tenía a Reader a punto de comerse su cabeza, mientras que ella lloraba. — ¡Ayudame Yone! — en su voz se podía escuchar la desesperación.

Yone lo empujó para evitar que se acercara a ella. — Corre — Yone iba detrás del azakana, mientras Reader trataba de huir, pero solo llegó a un acantilado. — Maldición —.

El azakana alcanzó a la azabache, listo para comerla, pero Yone saltó sobre este y lo cortó a la mitad, desapareciendo por completo del plano espiritual, le ofreció la mano a Reader quién la aceptó para levantarse, pero esta lo abrazó con fuerza. — Gracias —.

Él la separó de su cuerpo tomándola del mentón y dándole un beso en los labios, mientras un par de lágrimas bajaban por sus mejillas. — Lloras, pero no cae ni una sola lágrima. Parece que mueres, pero sigues respirando. No sientes nada, pero el dolor sigue ahí — dijo al separarse del beso aun llorando.

— Yone, tú... Estas llorando — ella dejó de llorar, él solo asintió y volvieron a besarse.

— Tenía miedo de perderte... — guardó sus espadas. — Voy a protegerte porque te amo... —.

Quizás era el destino, pero Yone ha sido el único en llegar al corazón de Reader no porque idolatrara su belleza, sino por expresarse con sentimiento al momento de recitar un poema para ella, así como ella llegó al corazón de él, por su voz.