Capítulo 11 - Inocente

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Pasaron algunos días, por así decirlo, desde que Cassiopeia y Reader habían hablado, la menor le contó a Yone sobre ir con Thresh y preguntarle si realmente era su hermana, pero Yone se negaba a ir. — Debe estar muy furioso como para intentar abusar de ti, no voy arriesgar que te expongas —.

— Si no lo hago, habré vivido la más grande mentira de todos los tiempos — le explicó.

Yun ya tenía ideado su primer plan para que expulsaran a Reader del templo, dejarle su habitación e inculparla de robar las espadas de Yone y Yasuo. Se acercó en silencio. — Amo Yone, la habitación de Reader ya está lista —.

— Perfecto, ya tienes tu espacio personal, siento que te invadía de alguna forma — Yone le entregó sus espadas a Yun para que las guardara en su lugar mientras cenaba con Reader.

— ¿Por qué no podemos ir? Vas estar a mi lado — después comió un poco de sus fideos.

El albino pasó su bocado. — ¿Y si nos atrapa a ambos? —.

— Supongo... Que tienes razón, ¿Cuándo podremos ir? —.

El negó con la cabeza, se limpió los restos de comida con un pañuelo. — No quiero perderte, eres la única chica de la que me he enamorado y... — al terminar se cenar besó su frente — Descansa —.

La azabache siguió cenando, al terminar se fue a su habitación a dormir. No pasó mucho tiempo como para que llegara Yasuo y le entregara su espada a Yun, se fue a cenar y beber un poco de sake.

[...]

— ¡MIS ESPADAS! — el grito de Yone despertó a la azabache, frente a ella estaban, Yun, Yasuo y Yone.

— Les dije, la pillé robando las espadas — la doncella superior señaló a Reader. — Esto es inaceptable —.

A lado de Reader estaban las espadas, ella no recuerda haber tomado las espadas. — ¿Qué? Yo no las tomé — comenzó a llorar ante tal acusación.

Yasuo tomó las espadas. — Pero si están aquí, ¿Quién más pudo ser? — no sonaban duros con ella.

El mayor se inclinó ante ella. — ¿Tú tomaste las espadas? —.

— No fui yo — no dejaba de mirarla a los ojos. — Yo jamás tomaría las espadas —.

Él vio a través de sus ojos la verdad, no estaba mintiendo. — Te inculparon —.

— ¿Quién culparía a Reader de robar nuestras espadas? No ha pasado mucho tiempo en el templo — el hermano menor le entregó sus espadas a Yone.

El mayor miró a Yun — Yun, averigüen quién robó las espadas — ella solo asintió y salió de la habitación. — Ya no llores, Reader, sé que eres inocente, nosotros nos iremos — este besó su frente para que se calmara.

Yun escuchaba todo a través de la puerta, se alejó al escuchar a Yasuo y Yone salir de la habitación. — Mi señora, ya está el desayuno de Reader — se encontró con Kagami.

— Perfecto, llevala al comedor — la chica de cabello lila asintió.

Kagami se acercó a Reader. — Mi señora, es hora de desayunar — se la llevó con ella al comedor del brazo. — Por favor, ya no llore —.

— Gracias Kagami — le agradeció. La doncella se sentó frente a ella — Ya te puedes ir —.

— Tenemos que hablar... Tú no robaste las espadas, fue Yun — la mencionada estaba escuchando todo a través de la puerta, estaba por disculparse para no levantar las sospechas.

— ¿Cómo sabes que...? —.

— La vi a noche, además se la pasa cerca de Yone cuando usted está despistada — la tomó de las manos. — No estás sola, no podemos dejar que Yun se salga con la suya —.

— Gracias Kagami — le agradeció. Después de desayunar, Reader salió del templo y se encontró con el adalid de Cassiopeia. — Que bien que te encuentro, llevame con tu señora —.

Él asintió y accedió.

[...]

Yasuo y Yone entrenaban juntos.

Con sus espadas, esperando que apareciera Thresh, como de costumbre, preguntando por su hermana. — Entonces ella quería ir a preguntarle a Thresh —. Bloqueó el ataque de Yasuo.

— Debiste haber accedido — le dijo su hermano. Ambos se tomaron descanso. — Recuerda que solo los espíritus podemos salir de los templos sin permiso, recuerda el sello que dejó Ahri —.

— Tienes razón, tal vez debí de acompañarla, pero no creo que vaya ella sola, ¿Cierto? — guardaron sus espadas en sus respectivos lugares.

— No lo sé, hasta el momento no ha salido sin compañía del templo — el hermano menor se recargó en el tronco de un árbol.

— Tal vez tengas razón, pero volviendo a lo de esta mañana... ¿Quién crees que haya culpado a Reader? —.

Yasuo cerró sus ojos para pensar con claridad, mientras el viento pasaba. — No lo sé, aunque Kagami dice que Yun ha estado muy apegada a ti —.

Yone miró el árbol. — ¿En serio? ¿Desde cuando eres tan apegado a Kagami? ¿Te gusta? — le hizo burla a su hermano, ya que sin él, no habría conocido a Reader.

— Digamos que... Un día cuando estaba borracho... —.

El mayor se quedó callado pensando a lo que se refería su hermana, en vida jamás tocó alguna mujer. — ¿¡La besaste!? —.

— Admito que es linda — respondió.

[...]

Estando afuera del templo de Cassiopeia, Reader tocó la puerta con duda, sabía que algo no estaba bien, aun así no había vuelta atrás. — ¿Qué haces aquí? — Cassiopeia le abrió la puerta.

— Yone no quiere que vaya con Thresh, ¿Puedes acompañarme? — dijo de rodillas.

La mujer serpiente cerró su abanico. — Si, promete quedarte detrás de mi en todo momento, le diré a mis sirvientes que se preparen por si es necesario pelear —.

Reader asintió.

[...]

Kagami tenía el trabajo de acomodar las cosas en la habitación de Reader, por voluntad propia, en ese momento llegó Yun. — ¿Se puede saber que haces aquí? —.

— Mi trabajo — respondió Kagami.

— Bueno, al parecer terminaste, puedes irte de aquí — le señaló la puerta con una mano, Kagami le obedeció, dejó la habitación, pero su superior la detuvo. — Una cosa más... Le dices algo a Yasuo o Yone y vas a flipar porque haré que te expulsen del templo, ¿Me entendiste? —.

— Si, fuerte y claro — Kagami no respondería a su amemaza, seguiría firme con Yun, no todo podía salirle bien.

Cuando Yun se quedó sola en la habitación comenzó a invocar un azakana, estaba a punto de devorarla, si no fuera porque le propuso un trato. — Celos mezquinos, sé que quieres comerme, pero es mejor si comes a la dueña de esta habitación —.

El azakana tomó la forma de una niña pequeña, asintió y fue en busca de Reader. Kagami al ver el azakana sabía que no era una niña, sino un azakana, se escondió en la cocina de inmediato.

En el rostro de Yun, se dibujó una sonrisa. — Muy pronto Yone, serás mío y solo mío —.

Melodía de seda~ [Yone x Lectora] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora