Thresh y Reader estaban comiendo juntos, ella terminó de comer y se levantó, ya no mostraba alegría. - Terminé, iré a bañarme al río -.
Antes de salir su hermano la detuvo. - Recuerdo que si ves a Yone, voy a encerrarte por la eternidad en mi lámpara -.
- No te preocupes, quiero evitarlo - al salir del templo se fue corriendo al río, al llegar no dejó de pensar en lo que Thresh le hizo, podría decirse que ha pasado una semana desde entonces.
Lo único que podía ayudarla era cantar para ella, aunque un poco triste soltó algunas lágrimas. - ¿Quién es quien veo ahí?... Su mirar fijo en mí... Y que en mi reflejo no reconocí... No puedo continuar... Ésta gran falsedad... Cuando en mi reflejo yo, me veré en verdad... Cuando en mi reflejo yo, me veré en verdad... - no dejaba de ver su reflejo en el agua, mientras recordaba a Yone, el cantar le hizo extrañarlo.
- Tú voz es muy hermosa... - dijo un joven de cabello blanco con vestimenta de colores claros, este tenía una leve sonrisa en su rostro.
La chica de cabello negro volteó con su cabello mojado hacía la orilla del río dónde se encontraba Yone, este tenía entre sus manos la horquilla que alguna vez le regaló su madre en vida. - Y-Yone... - su rostro cambió de un tono durazno a un tono rojizo como los tomates.
- ¿Así que eres hermana de Thresh? - este le preguntó algo molesto. - ¿Planeas matarme o seducirme? -.
- Ninguna de las dos, pervertido - cubrió sus pechos, le arrojó un chorro de agua al cabello.
- ¿Supones que estamos destinados a encontrarnos? - le preguntó y esta se quedó callada. - Es demasiada coincidencia que nos encontremos más de una vez -.
- Pues mi hermano me dice todo el tiempo que me aleje de ti y la vulpina - nadó hasta la orilla a tomar su ropa, Yone le dejó la horquilla se dio la media vuelta para darle la libertad de vestirse.
- ¡Reader! - escuchó a su hermano mayor gritar desde lo lejos.
- Es mi hermano, deberías de esconderte - le advirtió después de vestirse. Lo empujó a los arbustos.
- Esper... - este no dijo nada, solo se quedó callado mirando la escena.
El hermano mayor de ella puso su linterna frente a ella en señal de amenaza. - ¿Qué haces aquí? -.
- Te dije que quería tomar un baño en este río - trató de persuadirlo, todavía podía escucharse de alguna forma el eco de su melodiosa voz.
- Ah, querías cantar, creí que ibas a verte con Yone a mis espaldas - mencionó Thresh.
- ¿Qué? No, como puedes ver, estoy sola, no hay nadie más, solo quería cantar para mi - le señaló el río.
El mayor se quedó callado, mirando de pies a cabeza a su hermana menor. - Eso espero, dejaré las puertas del templo abiertas por si gustas "dormir" allá -.
- Si, iré - Thresh se fue, Yone estaba en silencio mirando al recolector, por primera vez había sido piadoso con una sola persona, más bien espíritu, su propia hermana menor. - Lo siento, mi hermano me amenaza con encerrarme en la linterna por lo menos... - se dispuso a contar con los dedos. - No tengo idea, aquí no hay tiempo, pero sospecho que debe ser una eternidad -.
- Ven conmigo, serás libre -.
- ¿Libre? -.
- Si, podrás cantar todo lo que quieras, tu hermosa melodía de seda deberían de escucharla todos en el plano espiritual - mencionó.
- Yone, en vida solo canté para mi familia, me avergüenza hacerlo frente a un montón de desconocidos - la chica acomodó la horquilla en su cabello.
- Pero si yo te acabo de escuchar, ¿Soy un desconocido? - notó que ella estaba llorando. - ¿Todo en orden? -.
Se limpió las lágrimas ella sola. - No del todo... ¿Puedo abrazarte? - él asintió. - Yone... Quiero alejarme de mi hermano, me arrepiento de haber regresado con él - se soltó a llorar todo lo que ella quisiera.
- ¿Por qué? ¿Pasó algo malo? Sabes que puedes confiar en mi - correspondió al abrazo y acarició su cabeza.
Ella lo soltó y retrocedió con miedo. - ¡No me toques! -.
- Tranquilízate, solo te estaba abrazando... ¿Qué tanto pudo haberte hecho para...? - se quedó callado mientras deducía lo que le hizo. - ¿Te violó, cierto? -.
Asintió - Por detrás... - el albino no dejaba de suspirar. - ¿Pasa algo? - la azabache se preocupó por su amigo.
- Paciencia, orden... Lecciones que impartir... Estudiante soy... - dio otro suspiro. - Lo lamento, trato de controlar ese lado, es imperdonable lo que hizo tu hermano, ¿Estás bien? Puedes quedarte si lo deseas... - le ofreció su mano - Y lamento lo que pasó antes... No creí que lo hubiera hecho de verdad - ella corrió a abrazarlo. Ambos podían sentir los latinos de su corazón, como si estuvieran vivos.
- Ya mejor besense - dijo Yasuo, ambos se separaron del abrazo. - Lamento interrumpir -.
- No hacíamos nada - dijo Yone.
La azabache no dijo nada, se quedó callada «¿Mi corazón latió? En vida jamás sentí esto antes» pensó para si misma. - Solo era un abrazo de amigos - respondió.
- Bien, de ahora en adelante eres libre de hacer lo que quieras - le sonrió Yasuo. Después despeinó su cabello.
- ¡Oye! - le exclamó la más pequeña.
«Puede que sea divertido vivir con ella» pensó Yone. - Entonces vamos a nuestro templo -.
- Creí que ustedes... -.
- ¿Eramos alguna especie de vagabundos? No, de hecho, casi siempre estamos fuera de él -.
Yone le ofreció la mano para que se fuera caminando con ellos - De hecho, en nuestro templo recibimos a los guerreros que tienen antes el honor que la familia, de hecho, es mi culpa que ambos muriéramos en un combate -.
- Todo por honor - concluyó Yasuo.
- Pero aún así... No dejamos de entrenar - dijo Yasuo.
Al llegar al templo, ambos tocaron la puerta y fueron recibidos por algunas doncellas. - Bienvenidos amos, Yasuo y Yone -.
- ¿Mujeres? - ninguna superaba a Reader para los oídos de Yone. - ¿Tienen novia cada uno? - la recién llegada pensaba que Yone ya tenía a una mujer en su vida y que esa misma se había ganado su corazón, podría decirse que había alguien, la primera mujer al mando en el templo de los hermanos, Yun.
La mencionada recibió a los hermanos y le daba disgusto su invitada. - Hola Yun, que bien que llegaste, ella es Reader - la azabache hizo una reverencia en saludo. - Ya no vive con su hermano, se va a quedar a vivir con nosotros a partir de ahora - dijo Yasuo.
Yun asintió. - ¿Necesita una habitación vuestra invitada? - tenía un acento un tanto curioso para la azabache.
- Yun, ahora vivirá con nosotros, ¿Podrías llevarla a mi habitación en lo que arreglan una para ella? - sugirió Yone, le entregó sus espadas, al igual que Yasuo para ponerlas en un lugar seguro.
- Con todo gusto - guió a la azabache a la habitación de Yone, era igual de grande que la de su hermano, tenía montones de almohadas en todas partes y eran almohadas muy suaves y cómodas. - La habitación del amo Yone -. «¿Qué le habrán visto a esta tía?» por supuesto que Yun tenía celos de Reader, ya que se llevaría la atención de ambos hermanos y ella no, lleva tiempo enamorada de ambos y no de decidía por ninguno.
- Gracias Yun - la azabache solo observaba la habitación, fue a recostarse con el montón de almohadas que había en donde se suponía que debía de dormir Yone.
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Melodía de seda~ [Yone x Lectora] +18
FanfictionAmor, es algo complicado saber como funciona. Las personas superficiales se fijan en el físico, quiénes de verdad aman, es por su interior o por alguna cualidad de esa persona especial. ¡Advertencia! La siguiente historia tiene contenido sexual e in...