Someone Else (Miley Cyrus & Justin Bieber) Jiley

Capítulo 13.

"No me dejes"

Justin POV 

Llegamos al lugar donde se encontraba Emely, en las afueras de la ciudad, se encontraba estacionada detras de un enorme árbol. Dave y yo bajamos rápidamente del coche para alcanzarla.

Dave al verla corrió hacia ella y la abrazó fuertemente y suspiró en su cabello.

-Dios Emely... aveces me gustaría queno fueras tan valiente, estas a menos de 5 metros de un asesino en serie.

-¿Patrick es el asesino? -se separó de su abrazo- ¿Me vais a explicar qué esta pasando? yo simplemente lo seguí...

-Patrick tiene a Miley ahí -dije señalando la casa a poco metros de nosotros- Luego te explicaremos pero ahora tenemos que sacarla -tomé mi pistola y la metí en mi pantalón- Pide refuerzos.

-Estas loco si piensas entrar solo ahí -se volteó hacia Emely y le entregó su móvil- manda la dirección y que vengan los refuerzos ¿si? -dijo y luego depositó un beso en su frente.

-¿Tened cuidado si? Estaré aquí.

-Por favor, prometeme que por ninguna razón entrarás ¿de acuerdo? -Dave estaba nervioso.

-Lo prometo.

-Vamos -dije. Nos adentramos a la casa y para nuestra sorpresa la puerta estaba abierta.

Miley POV

-Tienes la cara muy linda... como que le hace falta color -dijo mientras buscaba algo en su caja de herramientas.

-No te atrevas a poner tus asquerosas manos en mi cara -dije desafiante.

-Creo que aún no te queda claro... tienes que empezar hablarme bien porque aquí yo mando -dijo sin dejar de buscar.

Desvié mi mirada de la caja de herramientas, no quería ver que tanto tenía ahí, solo me ponía de nervios. Miré la puerta esperando que Justin entrara... sé que lo haría pero ya había pasado tanto tiempo que empecé a dudar ¿Y si nunca lo hacía? ¿Y si era demasiado tarde cuando llegara? Por mucho que intentara engañarme yo sola no podía defenderme de Patrick.

-La niña se puso pensativa.

Regresé mi mirada hacia el y ví que sostenía una pequeña navaja mientras sonreía, traté de no ponerme nerviosa... pero ¡joder! eso se veía filoso.

Se acercó lentamente y posó la navaja en mi mejilla presionandola sin cortarme.

-Ahora dime que me deseas.

-No -musité con los ojos llorosos, si me movía un centimetro eso iba a penetrar mi piel.