7 - Heridas

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Becky leyó la última página de su fogosa lectura, había descubierto muchas emociones nuevas para ella al sumergirse en este tipo de relatos, un mundo que desconocía se había abierto ante sus ojos, y ahora todo lo miraba de una manera distinta...

Todo de pronto parecía cobrar más sentido, las miradas, los gestos, había un submundo escondido a simple vista del que había sido ignorante durante todo este tiempo, pero ya no, ahora que era consciente, ella también era parte de todo eso, y presa de los mismos mundanos deseos, era increíble como a la mayoría de las mujeres las mantenían completamente aisladas de estos conocimientos hasta el día de su matrimonio, como se les juzgaba por querer disfrutar de los mismos placeres que a los hombres se les celebraba, incluso al conversar con Cassie se había enterado de que a muchos sus mismos progenitores los llevaban a un lugar llamado "burdel" para extasiarase de sus necesidades biológicas, mientras que a ellas las obligaban a llegar vírgenes al altar...

Si su percepción de la sociedad ya estaba fracturada, ahora estaba irremediablemente rota.

Está vez detuvo su ansiedad por ir a adquirir una nueva lectura, quiso tomarse un tiempo para procesar todo lo que había aprendido con calma.

Toco una melodía en el piano, y Martha se alegro de verla salir de su habitación, más tarde, decidió ir a proponerle a su padre que fueran a dar otro paseo y así, la acompañará a escoger la tela del nuevo vestido que quería mandar a hacer, pero se detuvo de tocar la puerta de su oficina pues escucho la voz de alguien que hablaba con su padre.

Pego su oído a la puerta con tal de escuchar mejor.

Probablemente no le hubiera prestado tanta atención a los negocios y tratos que manejaba su padre si no hubiera identificado la voz del caballero que hablaba con desesperación:

~Por favor, espérame un poco más, te prometo que voy a pagarte hasta el último Dalks...~ le rogaba el padre de Lizz que continúo:
~Estamos pasando por un mal momento, pero estoy asegurando un buen negocio con el señor Egeberg, además, está interesado en mi hija así que es probable que nos convirtamos en familia, además de socios~ aseguró

~¿Tu hija no era cortejada por el señor Philips?~ pregunto su padre

~El señor Philips no posee ni la mitad de la renta que maneja el señor Egeberg, confío en que está alianza nos saque de este mal momento...~

Becky se llevó las manos a la boca por la sorpresa, no podía creer que la amable señorita Lizz se prestará para algo así, porque la última vez que la había visto podria jurar que gustaba del señor Philips, y que él gustaba de ella, penso que tal vez había ocurrido algo desfavorable entre ellos dos, pero claro, está era la verdadera razón detrás del rompimiento de su cortejo, de seguro había sido influenciada por su familia y creyó que debería hacer lo correcto para ayudarles...

Se pregunto si Ewen sabría que había roto un cortejo con tan poca antelación antes del suyo.

Como fuera... Así eran las cosas ¿no?, a los hombres solo les interesaba tener una bella doncella a su lado, y a ellas, gozar de una vida tranquila sin pasar precariedades, ambos ganaban ¿no?

Y aunque no pudo vislumbrar el rostro de Ewen cuando recibió las felicitaciones por su cortejo, imaginaba que seguramente sonreía con suficiencia, ciertamente debe sentirse satisfecho por haber conseguido a tan hermosa dama, de seguro eso era lo único que le importaba.

Dejo de escuchar tras la puerta y comenzó a caminar de regreso por el pasillo, con expresión molesta, los hombres eran tan simples, tan básicos, tan...

Sus pies se detuvieron y a su memoria vino una imagen que sí había visto, algo que de ninguna manera había sido parte de su imaginación, recordó la manera en que él la veía mientras la ayudaba a subir al carruaje, la sonrisa sincera que surcó de sus labios...

Hallazgo tardío | DamiAnya weekend 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora