1 - Recuerdos

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Día 1: Pañuelo/deuda



El sol recién se asomaba entre las montañas de un pequeño pueblo al sur de la capital, y una joven ya tenía sus botas embarradas, al igual que su vestido que le llegaba hasta los talones.

Caminaba con cuidado para no pisar a los pollitos que hace 4 días habían nacido, y para no tropezar y así no botar ninguno de los huevos que había recolectado y que llevaba en su canasta para el desayuno:

~Buenos días padre, buenos días madre~ saludo al matrimonio que esperaban sentados a que la servidumbre les sirviera el té

~¡Anya!, ¡mira tu vestido!, está hecho un desastre, debiste dejar que Margareth se encargará de eso~ la regaño su padre

~A Margareth le duele la espalda padre, le ordene que descansará, no te preocupes, sabes cuánto me gusta estar con los animales~ respondió con desinterés mientras lavaba sus manos virtiendo agua sobre una fuente

~Lo sé, y es precisamente eso lo que me preocupa, si sigues con esos pasatiempos no conseguirás esposo~

~¡Ya dije que yo no...!~

~¿A Margareth le duele la espalda?, deberías examinarla después de comer, querido~ interrumpió su madre para que el desayuno no terminará en la discusión de todos los días

~Solo espero que está vez no sea una mentira...~ miro a su hija alzando una ceja

Anya ignoro aquel comentario sentándose en la mesa y tomando la taza de té, para luego beberlo con entusiasmo.

...

Con el sol a media tarde, Anya estaba aburrida en sus clases de piano, miraba distraída por la ventana, no prestando atención a la institutriz que le enseñaba. La interrumpió sin piedad cuando distinguió la elegante carroza que se acercaba hasta su hogar:

~¡Es Becky!~ grito emocionada y corrió hasta la puerta para recibirla

El hombre que dirigía el carruaje se bajó para abrir la puerta de éste y ayudar a la señorita a bajar extendiéndole su mano.

La refinada dama tomó con sutileza su vestido para apresuradamente aproximarse hasta su amiga y abrazarla, intercambiaron sonrisas dichosas y ambas entraron al salón donde se encontraban sus padres, uno leyendo un libro y la otra haciendo un bordado:

~Doctor Forger, señora Forger~ saludo con una reverencia

~Señorita Blackbell, es un placer tenerla aquí, espero que su influencia haga reflexionar a nuestra hija sobre sus modales~ saludo el rubio

~¿Te gustaría beber algo de té?~ pregunto la mujer de mirada dulce

~Becky y yo saldremos a dar un paseo por el jardín~ tomo del brazo a su amiga para sacarla de ahí.

Caminaron alejándose de la casa mientras se ponían al día con lo que había pasado en estas semanas en las que no se habían visto, los chismes que se rumoreaban por el pueblo, con quién se encontró Becky en la modista, Anya le contaba lo que su empleada le contó que oyó cuando fue de compras, así hasta que estaban lo suficientemente lejos para que Anya intrigada por fin le preguntara:

~No creo que hayas venido hasta aquí solo para hablar sobre eso... ¿Qué es lo que viniste a decirme?~

~¡Me has descubierto!~ sonrió
~Tenía que venir a decírtelo antes del baile de este sábado... oí que caballeros nobles de la capital asistirán~ soltó emocionada, entusiasmo que se esfumó cuando vio el desgano en el rostro de su amiga que respondió:

~¡Que aburrido!, entonces lo volverán un baile elegante...~ se quejó Anya

~¡No lo entiendes!, al parecer son herederos de grandes riquezas, jóvenes y educados, además oí que eran atractivos, ¡Todas están modificando sus vestidos para impresionarlos!, vine a advertirte para que te arregles adecuadamente, ¿Quién sabe?, tal vez consigamos esposos...~

Hallazgo tardío | DamiAnya weekend 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora