4 - Miradas

448 50 2
                                    

Las noticias corrían rápido, y para cuando a Becky le había llegado la carta de Anya comentándole sobre la fiesta, ella ya lo sabía, y tenía el vestido que usaría listo.

Se suponía que no sería nada tan sofisticado, pero Becky, ni aunque se esforzará podía lucir menos refinada de lo que era, ella dónde quiera que iba derrochaba elegancia, y eso, sin hablar de su belleza...

Pero el destacar tanto últimamente le estaba jugando en contra.

Se había frustrado al no poder plasmar todas las ideas que tenía sobre el papel, sus escritos hasta ahora parecían básicos y clichés, carecían de la sensibilidad que a ella le gustaría transmitir, y entendió que se debía a la falta de experiencias propias o de situaciones reales, por eso, se enfoco en escuchar tras las puertas, conversaciones de sus empleados, cosas comunes que le sirvieran de inspiración, estaba atenta a los chismes y en algunos casos ni siquiera era necesario ocultarse para que se lo comentaran, cada vez que salía al pueblo observaba con detenimiento cada cosa que se ocultara tras de una mirada o un simple gesto, pero el hecho de no pasar desapercibida siempre la terminaba delatando, por suerte, cada vez, supo salir aireosa de la situación.

...

Toc toc toc

Golpeó la puerta un empleado que traía consigo una carta en una bandeja de plata.
Abrió la manija una vez que su entrada fue autorizada, al ver al hombre con la bandeja, Damián se paró rápidamente de su asiento para recibir la noticia que esperaba, pero el hecho de que no estuviera cerrada por el sello de su familia le decía lo suficiente.

Ewen y Emil esperaron expectantes a que terminara de leer la carta, pero cuando lo hizo, su cara de decepción les dijo todo:

~Jevees dice que mi padre ha recibido mis cartas, pero que ha estado demasiado ocupado como para responder... que mi presencia no será requerida para la próxima junta, y que, debería disfrutar de mi estadía aquí~

Ewen palmeo su espalda, y Emil tratando de desviar lo negativo dijo:

~¡Qué bien!, así podremos ir a la fiesta~

~¡Sí!, además, tu padre dijo que deberías divertirte ¿no?~ agrego el otro

Damián frunció los labios, sabía perfectamente que Jevees había agregado eso último por sí mismo y no porque su padre se lo hubiera dicho, seguía siendo un mentiroso...

...

Anya suspiraba agotada.

Había hecho todo lo que se le había ocurrido para tratar de convencer a su madre de no asistir, pero todo fue en vano. Yor, muy en su forma de ser, a todo le encontraba una optimista solución, y ahora era demasiado tarde, pues ya iban camino a la dichosa fiesta...

~¿Qué te sucede cariño?, antes disfrutabas de estas celebraciones~

Ya había evadido lo más posible ese tipo de preguntas, así que no le quedó otra opción que ser honesta:

~Es que... La última vez, no salió nada bien, y, es muy probable que todos estén hablando sobre eso, ya sabes, sobre mí~ confesó con la mirada baja

Su madre posó su mano sobre la suya, y con su dulce tono de voz dijo:

~No debes preocuparte por lo que los demás opinen, ya verás que todo se solucionará, hoy, solo diviértete~

Anya sonrió, tal vez se había estado preocupando más de la cuenta, debió haber confiado antes en su madre, y es que pese a que sabía de su sensibilidad, también debía considerar lo increíblemente fuerte que era, y está vez, no hablaba de fuerza física.

Hallazgo tardío | DamiAnya weekend 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora