22 - Conversaciones

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~¿QUE LE DIJISTE QUÉ?~ expreso con furia Ewen apenas se enteró de lo que había sucedido durante su breve ausencia, se lamentaba internamente porque siempre que no estaba ocurrían cosas relevantes

~Es que no lo entiendes, creo que Demetrius tiene razón, ella es alguien realmente agradable y también conveniente, y si Damián se diera la oportunidad de conocerla quizás...~ Emil trato de defenderse

~¡Damián no hará nada de eso porque ella no es la mujer que él ama!, ¿Qué acaso no lo entiendes?, ¡deberías apoyarlo en vez de estar aliandote con su hermano!~ refutó con molestia

~¡Pero él estuvo de acuerdo!~ su amigo pronunció esas palabras y Ewen solo abrió los ojos con sorpresa, eso era algo imposible, ¿no?
~Me escucho con atención hasta la última palabra, y cuando termine de hablar me dijo que no se opondría, y que haría lo que tuviese que hacer...~ continúo explicando, Ewen se tomó el puente de su nariz

~Va a tomarlo como si se tratara de una obligación, no es que se esté abriendo a la posibilidad de conocerla, se está rindiendo ante la presión~ explicó lo que creía que pasaba por la cabeza de su amigo, fue el turno de Emil para abrir los ojos, Ewen continúo

~¿Renunciarias a volver a degustar tu postre favorito solo porque alguien más te recomendó que deberías comer otro?, ¿Te parece justo?~ trato de hacerlo entender lo que pasaba con algo que sí comprendería, y pareció dar resultado, lo supo cuando vio que Emil se sentó y en voz baja se lamento:

~Soy un idiota~ reflexionó, había sido tan sencillo de manipular, se había dejado llevar, pero, era verdad, cuando realmente amabas algo, simplemente no había cosa con la que lo pudieras reemplazar...

~Hablemos con Damián...~ propuso Ewen en un suspiro para tratar de enmendar el error de su amigo

No se arriesgaron a tocar la puerta para luego no ser autorizados a entrar, en su lugar, simplemente irrumpieron, Damián alzó la vista desganado, no parecía estar muy concentrado.

El alrededor de sus ojos estaba oscurecido, denotando las pocas horas de sueño que se había dedicado, su expresión impasible carecía de la dureza que lo caracterizaba, como si ya no tuviera fuerzas, sus hombros estaban ligeramente encogidos, y sus labios resecos.

~¡Olvida todo lo que te dije!, ¡No lo había pensado lo suficiente!, lo que en realidad deseo es que hagas lo que quieras hacer, lo que te haga feliz, y sea lo que sea te apoyaré en lo que decidas...~ se apresuró Emil primero a hablar, pero Damián solo bajo la mirada, fue el turno de Ewen:

~Escucha, sabemos que estás enamorado de la hija del médico, somos conscientes de la dificultad que representa una unión entre ustedes, pero queremos animarte a que sigas a tu corazón, y si te quieres revelar ante tu padre, estaremos contigo, o si quieres escapar junto a ella, te encubriremos~ intento manifestar su total respaldo, Damián continúo con la mirada baja, y despacio habló:

~Se los agradezco, pero están olvidando algo importante...~ levantó la cabeza para mirar a quien tenia en frente y declaró:
~su opinión~

~¿Su opinión?~ repitió Emil, no entendiendo, Ewen frunció las cejas demostrando un gesto similar, Damián termino por aclarar:

~Ella no me corresponde, así que, se pueden retirar...~ los invito a salir, un tanto avergonzado por haberlo hecho admitir algo tan vergonzoso en voz alta, pero a la vez agradecido por su compañerismo y amistad

Ambos abrieron los ojos con sorpresa, e intercambiaron miradas incrédulas.

Ciertamente desconocían muchos aspectos de los que a los dos involucraba, pero, por las pocas interacciones de las que fueron testigos, podrían jurar que ambos eran correspondidos, y es que había una complicidad tácita entre sus miradas, una confianza absoluta en el intercambio de sus sonrisas, una chispa en sus conversaciones, y un lenguaje corporal que siempre los terminaba dejando cerca del otro.

Hallazgo tardío | DamiAnya weekend 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora