13 - Consejos

376 42 4
                                    

Anya acompaño a Franky nuevamente a la iglesia, estaba ayudando en los donativos que realizó como caridad, y es que él siempre asistía para ayudar, sobre todo a los veteranos que alguna vez pelearon en la guerra, y ahora que tenía más recursos, por supuesto no los iba a olvidar.

~¡Anya, cuidado!, ¡Los vas a botar!~ advirtió en un grito a la descuidada joven

Y es que desde ese día que estaba distraída...

¿Quién la podía culpar?, si a cada segundo se le repetía aquello en lo que no dejaba de pensar, y es que se sentía tan irreal, que cada vez, se sintiera igual...

Ese calor subiendo por su estómago, esa presión en el pecho, y esa mirada...

¿Cómo podía ser tan rígido y de pronto abrirse así?, ¿Cómo pudo decirlo con tanta naturalidad?, cuando le menciono a Franky la palabra "burdel" se sobresalto de tal manera que creyó que iba a explotar, pero él, no hizo nada, ni siquiera un gesto...

¡Y ahí estaba!, ¡Pensando en ello otra vez!

Tomo un canasto para llevarlo hasta el otro extremo.

En el camino, se miró en un reflejo, y aquello la hizo detener.

Su mamá siempre le decía que era adorable, por eso ella también lo creía, porque su madre de ninguna manera le mentiría, Becky le decía que era casi tan hermosa como ella, y creyó que sería verdad, porque su amiga le hablaría con honestidad, pero ahora, con todo lo que sabía, había una pregunta que se hacía que iba un poco más allá... ¿Era atractiva?

Sacudió su cabeza como negación, de la vergüenza que le producía pensar en ello.

~¿Necesita ayuda?~ cuestionó el anciano clérigo que se acercaba

~¡No!, muchas gracias, estoy bien, solo un poco distraída~ respondió sonriente con la mirada en frente

El hombre acomodo su monóculo para observar con mayor detalle como la joven estaba derramando la botella de agua que no poseía tapón...

~¿Un poco?~ pregunto haciéndole ver su error tan poco elegante, Anya se sobresalto e intento enderezar la botella para no perder más agua, una vez que lo hizo, quiso continuar con su camino y el envejecido hombre se dispuso a acompañarla

~Forger ¿no?~ confirmo su identidad, ella asintio afirmativamente
~Dígame, ¿cómo le ha ido con su debut en la sociedad?~ infirió por su apariencia

~Supongo que no muy bien... en realidad, creo que no quisiera casarme. ¿Eso me vuelve alguien mala?~ confesó de pronto

~Para nada, yo mismo también tuve mis dudas a su edad, y bueno, eso me llevo al camino que termine escogiendo~

~Bueno, no es como si quisiera ser monja~ aclaro

~Al menos tiene claridad sobre una cosa... Si el matrimonio le preocupa tanto, debería hablarlo con sus más cercanos, se requiere de valor para asumir sus propias debilidades, pero déjeme decirle que si no tiene con quien hablar, las puertas de mi iglesia estarán abiertas para usted~ invito

~Se lo agradezco, tal vez le tome la palabra~ sonrió

~Admiro su preocupación, ya que la vida de casados es algo que no hay que tomar a la ligera, se debe tomar la decisión correcta de con quién se pasara el resto de la vida, y después se necesita de una fuerte determinación para poder sacarlo adelante, no debe rendirse a pesar de los tropiezos, y deben alentarse mutuamente el uno con el otro... La felicidad no es algo que consiga de la noche a la mañana, se trabaja día a día para alcanzarla, y si cuenta con el apoyo de su esposo, se vuelve cada día más fácil~ reflexionó

Hallazgo tardío | DamiAnya weekend 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora