No fue sorpresa para la gente de las murallas escuchar la noticia de que la población en general estaba casi al borde de la extinción. Cuantos más adultos morían, menos niños existían. La gente no se reproducía como lo hacía anteriormente
Así que el...
Muchas gracias a todos los que siguen apoyando la historia! Me encanta leer sus comentarios y reacciones, lamento lo corto de los capítulos pero estoy tratando de hacer algo increíble con esta historia, les aseguro que aún falta bastante para terminar Extinción!
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Como prometió.
Levi continúo viviendo en el hogar de Nora.
Pero su estadía y comida no fueron cosas gratuitas. Pagó por ellos utilizando sus pocos conocimientos que había aprendido de carpintería en su juventud.
Primero fue la planta de arriba, en donde se aseguró de reparar puertas, ventanas, piso y paredes. Solo para terminar dejando todo en un mejor estado, y terminando se aseguró de limpiar todo a profundidad.
Nora estaba completamente agradecida con Levi, tanto así que siempre se aseguraba de expresárselo por medio de deliciosas comidas. Algo que el menor, agradecía.
Pero no solamente a la anciana fue a quien pudo ayudar durante su tiempo ahí. Sino que también a los demás campesinos dentro del pequeño y escondido pueblo. Que cuando supieron que un joven energético y habilidoso había llegado al pueblo, no dudaron en pedirle múltiples favores.
Al principio fue al vecino de Nora, el señor Fets. Quien necesitó ayudo urgente sembrando todas sus semillas en su terreno, solo así podría continuar plantando sus famosas y deliciosas lechugas que regalaba al pueblo y vendía en la ciudad.
Levi lo hizo y él le pagó con unas cuantas monedas de plata.
Después de él, fue la señora Afrodisia, quien necesitaba a una persona que pudiera eliminar a los insectos que invadieron su hogar. Levi odio ese trabajo, pero ciertamente la paga que ella le dio fue suficiente para conformarse.
Así que poco a poco, Levi fue juntando dinero, el cual sabía que necesitaría más adelante cuando decidiera marcharse. Para él y para su futuro hijo.
El hecho de saber que tenía una vida que crecía en su interior cada día no había pasado desapercibido. Ahora con las nuevas actividades físicas, el hambre a cada momento se hacía presente. Intento ocultarlo lo más que pudo, pero al pasar las semanas tuvo que encontrar la manera de comer un poco más antes, durante y después de sus labores.
Continuaba siendo un secreto. No quería que nadie lo supiera y desataran preguntas o dudas sobre quien era el otro padre, o si Levi había llegado ahí por eso. Así que no lo dijo, ni siquiera a Nora.
Fue por eso por lo que al no saber nada del embarazo, ni de como seguiría desarrollándose, comenzó a buscar información en los pocos medios que podía. Por ejemplo, libros sobre el tema que tenían dentro de una pequeña tienda de cosas variadas que dirigía una pareja de adultos mayores, los señores Acindino.
