Poco antes de que saliera el sol. Erwin ya había despertado en su totalidad. Por lo que después de besar suavemente en aquellos lacios cabellos a su pareja aún dormida, y cerciorarse de que su hijo estaba completamente sano y salvo en el segundo piso, fue que decidió salir de su hogar.
Era demasiado temprano, y los apenas crecientes rayos del sol deslumbraban en su espalda conforme cabalgaba hacia su destino. El cual era los inicios de la muralla María.
El clima estaba ligeramente frio esa mañana. Pudiendo ser un indicio especial de que el otoño estaba terminando y el invierno no tardaría en llegar.
Erwin recordó sus tiempos visitando esa zona cuando intentaba encontrar a Levi. Las personas, sin duda eran mucho más amables que las que usualmente habitaban en Sina o Rose. Podía deberse a que la mayoría del tiempo se encontraban fuera de sus hogares, trabajando, recolectando madera o vendiendo en las calles para ganarse la comida, o simplemente porque así es como eran.
Unos cuantos civiles lo reconocieron cuando llegó, lo saludaron cordialmente, y Erwin tuvo que fingir que aún era el comandante que todos pensaron que era, ya que la noticia de su retiro aún no había sido dada oficialmente.
Un par de minutos caminando entre la plaza central en donde la voz de los vendedores podía escuchar en cada paso, fue que se encontró con aquel lugar el cual estaba deseoso por visitar. Dejó su caballo asegurado en un establo cercano, y después regresó a la biblioteca del pueblo. Siendo está mucho más pequeña que la de Sina, pero de igual manera llena de conocimiento.
El ex comandante encontró la sección que estuvo buscando. Y no tardó mucho tiempo en tomar entre sus manos un libro que le pareció tentador para leer. Lo hojeó y definitivamente encontró mucha nueva información que antes no conocía.
"¿Smith?" Su nombre fue llamado y Erwin tuvo que subir la mirada
Le sorprendió encontrarse con el hombre Jaeger en ese lugar. Y aun cuando no fueran los mejores amigos, lo saludó de vuelta, porque Erwin había aprendido a perdonar y olvidar.
"Señor Grisha. ¿Qué lo trae por aquí?" Más que curiosidad, le preguntaba por ser cordial. Grisha se tomó el atrevimiento de acercarse al hombre más alto y en un segundo pudo leer la portada del libro que sostenía entre sus manos. Sin embargo, no dijo nada por ello.
"He venido a donar mis viejos libros. Son mis conocimientos que he logrado acumular durante los últimos años" Era en su mayoría información sobre medicina. "Estaba pensando en pasar al cuartel y entregarle esto personalmente" Grisha le otorgó lo que parecía ser dos libros, uno con cubierta verdosa, y otra rojiza. Erwin los hojeo por igual rápidamente, encontrando información nueva sobre los titanes, al igual que múltiples materiales que sus ojos nunca antes habían visto dentro de las murallas. "Es información, sobre todas las cosas que conozco y aprendí de mi antiguo hogar. Creo que lo más apropiado es que usted, comandante, las tenga en su posesión"
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EXTINCION - 𝘌𝘳𝘶𝘳𝘪 𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢𝘷𝘦𝘳𝘴𝘦
Hayran KurguNo fue sorpresa para la gente de las murallas escuchar la noticia de que la población en general estaba casi al borde de la extinción. Cuantos más adultos morían, menos niños existían. La gente no se reproducía como lo hacía anteriormente Así que el...