No fue sorpresa para la gente de las murallas escuchar la noticia de que la población en general estaba casi al borde de la extinción. Cuantos más adultos morían, menos niños existían. La gente no se reproducía como lo hacía anteriormente
Así que el...
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"Aghh mierda! ¡Ten cuidado idiota!"
El hombre de nombre Kenny no fue para nada amable con el medico que atendía las heridas de su brazo. Era joven, pero al parecer hábil, sin embargo, Kenny no podía dejar de pensar que era un maldito miedoso
"Lo lamento señor Kenny" El chico suspiro y se encargó de coser con cuidado el ultimo agujero que tenía en su brazo
Kenny bebió de su vaso de whisky con el brazo que estaba en buen estado.
Pensó en lo que había sucedido anoche.
Ciertamente ya sabía a qué se enfrentaba. Sabía que estaba buscando a Levi, el mocoso que conoció cuando Kuchel murió. Pero el saber que este ya había tenido a su propio mocoso, aun cuando ya lo supiera gracias a la doctora, fue una noticia impactante.
Levi siempre hizo lo que quiso
Salió del subterráneo cuando quiso unirse a la legión
Se convirtió en un maldito héroe porque era lo mejor.
Así como también, aceptó ser parte de la nueva ley de repoblación.
Ya que solo así, seguiría teniendo un propósito
Los Ackerman eran todos iguales.
Pero cuando volvió a verlo anoche, con esa mirada asesina dispuesta a todo, fue que se dio cuenta de que ahora no estaba viviendo por él. Sino por su mocoso débil.
Estaría condenado, proteger a alguien siempre fue una maldita maldición. Una de la que nunca podrían liberarse. Kenny lo sabía muy bien.
Ahora era su trabajo traerlos aquí, ¿para qué? No lo sabía. Probablemente lo golpearían, le pedirían información, le quitarían al niño. Pero ese no era su maldito problema. Kenny ya había hecho suficiente por Levi cuando decidió no dejarlo morir de hambre.
Y ahora esa pequeña gratitud le había costado. Tenía tres malditos agujeros en su brazo, suerte para él no había dañado la movilidad de este. O al menos eso fue lo que dijo el doctor
"Listo, está hecho" Admitió el joven con un suspiro. Kenny movió sus dedos, estaban bien. Su brazo hizo movimiento un poco lento y fue doloroso, pero con un poco de medicina y alcohol sanaría en poco tiempo. "Es increíble su resistencia señor Kenny, cualquier otra persona no hubiera soportado un viaje desde la muralla María hasta aquí"
Al parecer el joven medico quiso adularlo, pero Kenny no hizo algo más que responder con un gruñido
Aurille y Grisha entraron a la habitación, el medico fue despedido y pronto fue turno de Kenny de decir la información
"Estaba en un pueblo en la muralla María. Aquella doctora tenía razón, el capitán tiene un mocoso" El caza recompensas terminó la botella de un trago
