No fue sorpresa para la gente de las murallas escuchar la noticia de que la población en general estaba casi al borde de la extinción. Cuantos más adultos morían, menos niños existían. La gente no se reproducía como lo hacía anteriormente
Así que el...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Levi" Nora salió al patio trasero. En donde se dio la tarea de buscar a su compañero de vivienda, el cual no había aparecido en algunas horas. Sin duda alguna la preocupación por él creció en su interior.
El patio trasero de su hogar tenía varios metros de tierra. Seguido de un amplio bosque enorme y lleno de vida. Nora amaba cada parte de su hogar, así como también cada parte que no lo era del todo. El césped cortado en sus pies era algo bueno, al igual que las flores que Levi plantó meses atrás, y que ahora habían comenzado a florecer.
"Aquí estoy Nora" Escuchó una voz viniendo del cielo. Nora tuvo que subir su mirada y abrió los ojos como platos al ver a Levi en el techo de su morada. Arreglando las tablas que al parecer estaban mojadas y podridas
"Levi! ¿Qué haces arriba?" Ella se exaltó ligeramente.
No era sorpresa que Levi arreglara su hogar, después de todo, para eso era que estaba viviendo ahí. Se lo había prometido a la anciana, y le gustaba cumplir lo que prometía. Pero Nora no podía alejar la preocupación de verlo hacer algo tan peligroso. Más en su estado actual
"Las lluvias de los últimos días hicieron mierda el techo. Hay goteras" Exclamó el menor mientras se encargaba de golpear con un martillo justo en los clavos de las tablas nuevas, solo así se mantendrían en posición y no se moverían
"Lo entiendo, pero ¿no podías hacerlo después?" Ella le preguntó. Levi puso los ojos en blanco
"¿después? ¿Cuándo estemos todos inundados?" respondió con un poco de sarcasmo. Nora ladeó una sonrisa, ya se había acostumbrado a su carácter "Ya casi término"
Un par de martillazos después, Levi limpió el sudor de su frente. Admiró su obra de arte que no había quedado nada mal y se dispuso a bajar del techo con sumo cuidado. Pero con cada paso que daba para bajar, Nora sentía que tenía un pequeño paro cardiaco.
Cuando aterrizó en tierra sano y salvo, Nora se alivió, pero acto seguido se encargó de golpearlo en la cabeza. Definitivamente no fue un golpe fuerte, pero fue lo suficientemente cargado como para que a Levi le doliera.
"Te he dicho que debes cuidarte!" Ella le dijo "Deja el trabajo duro por un tiempo. Ya casi darás a luz, ¿no estas preocupado?"
Levi soltó un pequeño tsk.
Pronto daría a luz.
Era verdad
Ya tenía aproximadamente 37 semanas, las cuales si era sincero pasaron volando con el tiempo y el cambio de estación. Su vientre estaba ahí, ahora a la vista de él y de todos quienes lo vieran. Nora le dijo que no era uno tan grande como el de una mujer, pero, también le confesó que cada embarazo era diferente. En especial con hombres omega
Levi ciertamente no dejo que eso le afectara. Su futuro hijo o hija estaba creciendo correctamente, era fuerte, demasiado, y muy energético.
Sabía que tenía que cuidarse, y lo hacía, en verdad. Pero ahora quería que su hogar estuviera en perfecto estado para cuando llegara el bebé. No necesitaba más responsabilidades para cuando estuviera ocupado cuidando del pequeño ser humano.
