Capitulo 28

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La mujer bajó del carruaje lentamente

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La mujer bajó del carruaje lentamente. Cuidando sus pasos de no tropezar por las zapatillas de tacón que traía consigo. Escaneó a su alrededor y sonrió ligeramente por encontrarse en el cuartel de la legión de exploración.

Algunas veces solía hacerle una visita a Erwin. Para preguntarle como se encontraba, y sobre todo se aseguraba de llevarle uno que otro regalo. Esa vez no fue la excepción, una de sus mucamas traía una caja en sus brazos, el cual irradiaba un aroma exquisito a recién horneado.

Los soldados del cuartel comenzaron a llegar uno a uno, sonriéndole y dándole palabras de bienvenida cuando notaron como Ana, la ¨pareja¨ del comandante hizo presencia dentro del cuartel. A ella siempre le gusto ser gentil con todos los jóvenes, sobre todo porque ya conocía que respetaban a Erwin y lo consideraban un líder ejemplar.

Ella también trajo regalos para todos, y pronto cada uno se encontraba con un envoltorio en sus manos, sintiendo el cariño que la mujer de apellido Camile mantenía por ellos.

Erwin Smith salió del cuartel a paso veloz. Se encontró con Ana, le mostró una pequeña sonrisa

"Ana, que grata sorpresa. No tenia idea de que vendrías hoy de visita" El hombre expresó, su aspecto era igual de perfecto que siempre. Pero su semblante era diferente. Ana comenzó a preguntarse si algo estaba ocurriendo

"Discúlpame por haber venido sin avisar Erwin. Quise escribirte una carta, pero me dije a mi misma que lo mejor sería venir personalmente" Ella le sonrió. Se acercó a Erwin, el hombre entendió y pronto deposito un beso en la mejilla de Ana.

A sus ojos, ella no había cambiado nada en los últimos años. Seguía siendo igual de bella e inocente que años atrás.

"Me encantaría invitarte a pasar, pero hoy es día de limpieza, y dentro esta hecho un caos" Erwin trajo rápidamente una excusa.

Sinceramente no quería que Ana entrara en ese momento.

"Sin problema, no planeo quedarme mucho tiempo, quise venir a entregarte esto" Ella le entregó el pastel

"No tenías por qué traerme algo Ana. Lo agradezco"

"Espero que con este delicioso pastel dejes de beber, aunque sea un poco" Ana se preocupó con él. Conocía el hecho de que ahora Erwin consideraba la bebida como una amiga. Ella siempre quiso hacer algo para arreglar eso.

"Lo intentare, lo prometo"

Pero, así como ella conocía sus problemas, también conocía sus secretos. Sabia el porque de esa ligera adicción.

Aún cuando Erwin pensara que Ana no había cambiado, ciertamente lo había hecho.

Ana nunca quiso continuar siendo una mujer que tuviera que depender de un hombre algún día. Años atrás habló con su padre con respecto al matrimonio, y el cómo no estaba de acuerdo en casarse con un hombre que no amara. Fue la primera vez que ella se revelaba contra su padre, el hombre que le había dado todo, pero que nunca le dio lo que más necesito. Atención. Y todo eso fue gracias a las palabras de aliento que Erwin le otorgó años atrás. Después de algunas discusiones, su padre, el señor Camile estuvo de acuerdo. No pudiendo negarle nada a su única hija. Hasta la fecha, Ana siempre se había encargado de hacer todo por su cuenta, estaba aprendiendo sobre el negocio familiar de su padre para en un futuro poder tomar el puesto. En poco tiempo Ana se había convertido en una mujer audaz y sin miedo.

EXTINCION - 𝘌𝘳𝘶𝘳𝘪 𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢𝘷𝘦𝘳𝘴𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora