Capítulo IV "La Cumbre"

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El salón de la Gran Cumbre de Hallownest estaba sumido en un silencio tenso, solo roto por el eco distante del reciente terremoto. Hollow, el Rey de Hallownest se erguía en el centro, su figura imponente tratando de mediar y calmar la situación. La preocupación arrugaba su frente, marcando las tensiones que pesaban sobre sus hombros reales.

A su lado, Brenna, se mantenía en pie con una mirada desafiante. Su juventud e imprudencia se reflejaban en la chispa de rebeldía en sus ojos. Los zumbidos de su gente resonaban en su mente, recordándole la expansión hacia el norte que había desencadenado hostilidades con Eira y los Insensatos.

Eira, se encontraba al borde de la confrontación. Su actitud protectora y conflictiva era palpable. Los Insensatos, un grupo resistente en los Límites del Reino, se alzaban contra las ambiciones expansivas de las abejas.

Bertram, líder de los seguidores de Unn, mantenía su postura devota. Sus palabras resonaban constantemente con elogios hacia su deidad, Unn, como un faro de sabiduría y guía. Aunque aún no era conocido para la audiencia, su fervor religioso influiría en las decisiones que se avecinaban.

Las Lords Mantis, se alzaban con una presencia imponente. Arrogantes y orgullosas, en su postura, ya se vislumbraba la tensión que las noticias del terremoto habían desencadenado.

Hornet, por otro lado, permanecía en silencio. A pesar de su personalidad colérica y directa, el reencuentro con Ghost había dejado una marca en ella. En esta cumbre, su mente reflexionaba sobre la conexión con el Señor de las Sombras y las revelaciones que se desplegarían.

La discusión empezó con un murmullo, un flujo constante de opiniones, acusaciones y tensiones palpables. Hollow, con gestos tranquilizadores, intentaba en vano mantener un orden que se escapaba entre los dedos de todos. Brenna, con un ceño fruncido, se enfrentaba a miradas acusatorias. Eira, con ojos ardientes, expresaba su descontento con cada palabra.

Bertram, en un rincón, murmuraba palabras de consuelo y fe, buscando calmar las aguas turbulentas. Las Lords Mantis, en su orgullo, despreciaban las señales de debilidad, preparadas para enfrentarse a cualquier amenaza que desafiara su posición.

La cumbre se convirtió en un crisol de tensiones y opiniones divergentes, mientras los líderes insectos lidiaban con las consecuencias del terremoto y las decisiones cruciales que se avecinaban. En este escenario tenso, Hallownest se enfrentaba a una encrucijada que definiría su futuro.

Las voces de los líderes resonaban en el salón, una cacofonía de tensiones y conflictos que eclipsaba cualquier intento de entendimiento. Hollow, con gestos de impotencia, trató de mediar entre las acusaciones cruzadas.

Brenna, con la mirada desafiante, expresó su descontento.

—¿Por qué debería colaborar con insectos, que son estúpidos y extremadamente arrogantes? No vale la pena siquiera pensar en ayudarlos— Eira, en respuesta, elevó la voz.

—Cómo si alguien quisiera tu ayuda abeja arrogante. Mis Insensatos y yo podemos llevar esto sin necesidad de tu "ayuda"— Bertram, en su devoción, intentó calmar los ánimos.

—Quizás esta es la prueba que Unn ha dispuesto para recordarnos la necesidad de la fe y la unidad— Las Lords Mantis, en su orgullo, menospreciaron las palabras del prédica y una de ellas respondió.

—No necesitamos lecciones de los demás. Nuestro pueblo se rige por el honor, no por las "pruebas" de la babosa a la que llamas Dios— Hornet, observando las tensiones aumentar, finalmente intervino

—¡Basta! Que acaso no entienden, Hallownest acaba de sufrir la mayor desastre desde la Infección y ustedes no saben hacer algo más que pelear. No ven siquiera todo el daño que todos acabamos de sufrir. Se dejan llevar de forma estúpida por sus sentimientos y resentimientos pasados— La sala quedó en un silencio momentáneo, solo roto por los suspiros de desconfianza. Las palabras de Hornet flotaban en el aire, pero las heridas del pasado pesaban más que cualquier llamado a la unidad. Hollow, con un suspiro, intentó retomar el control.

Penumbras del VacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora