Prólogo "La oscuridad del Pasado"

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Realmente termino, aquella infección que asoló al reino había terminado, todos celebraron pero Hornet se sentía algo vacía. Era consciente de qué a diferencia del resto de sus hermanos, no había sido creada con el fin de detener la infección, no fue creada con el propósito de simplemente morir por el reino, no fue creada para simplemente ser desechada por mostrar sentimientos tan puros como el cariño hacia un padre... Pero a pesar de esto, dentro de lo más profundo de su mente se sentía vacía.

Era un sentimiento difícil de describir, desde que nació hasta su niñez más temprana tuvo que ver como el bello reino en el que vivía simplemente fue destrozado por los caprichos de insectos que se creían superiores al resto, tuvo que aprender a defenderse, a luchar, a pelear por sus ideales, tuvo que desarrollar la fortaleza mental de ver como su madre se había sacrificado por una causa ya perdida, tuvo que ver cómo aquel insecto que teóricamente era su padre simplemente se convertía en un cascara de lo que alguna vez fue, tuvo que ver como todos los que consideraba familia simplemente eran consumidos por aquella destructiva infección, tuvo que vivir acarreando las esperanzas de qué algún día algo cambiara, tuvo que ver con sus esperanzas volvían cuando conoció aquel caballero y tuvo que ver cómo aquel caballero del que se había encariñado se sacrificaba por este moribundo reino.

Tal vez había encontrado consuelo para ese sentimiento que tanto la atormentaba en el renacer del reino, había vuelto encontrar un propósito y ese era demostrar que el sacrificio de aquel caballero no fue en vano y encontró propósito en ayudar a administrar aquel vasto imperio.

Fue curioso y tal vez aliviador volver a tener una familia, dicen que el tiempo cura todo en su caso fue cierto, había paso tiempo -aunque no demasiado- desde que aquel caballero dio su vida por el reino, todo había mejorado había encontrado devuelta aquel propósito que creyó perdido y pasaron muchas cosas algunas bellas, algunas tristes, pero dentro de lo que cabe todo había ido bien.

Aunque a veces no lo quisiera admitir, había encontrado apoyo en su hermano -o en teoría medio hermano- ese pobre insecto que fue condenado a cargar con el peso de los pecados de otros, había encontrado en el un apoyo no sólo en el ámbito político si no, en algo más profundo, con su ayuda llevó a cabo el renacimiento de aquel imperio al que alguna vez llamaron "El Reino Eterno", reconstruyo de vuelta a aquella sociedad perdida y le devolvió la tan necesaria paz a tan vasto territorio.

Y aunque hubo conflictos -y los seguiría habiendo- la Paz se mantuvo, el reino había vuelto a florecer desde aquellos hermosos jardines en los que descansaba la antigua reina hasta las más profundas cavernas en los límites del reino.

Aunque su vida se había vuelto algo monótono en comparación a la previa a la infección, amaba su nueva vida, amaba poder volver a ver feliz a la gente, amaba ver a Hallownest rebosante de vida otra vez, pero...  A pesar de todo había algo que seguía carcomiendo su desdichada conciencia, a veces eran simplemente recuerdos de su pasado, otras veces eran sueños -aunque se podían describir mejor como meros fragmentos- y algunas veces creyó ver alucinaciones, pero todas compartían una característica en común la presencia de aquel caballero -al que de cariño llamaba Ghost- al inicio pensó que eran simplemente recuerdos, después de todo siempre trato de mantener viva en ella la memoria de aquel caballero pero con el tiempo comenzó a pensar que no se trataba de algo tan simple, todos esos "recuerdos" siempre compartían algo en común, era Ghost mirándola fijamente con aquellos oscuros y vacíos ojos propios de una vasija podía escuchar una especie de voz entre cortada, solo logró entender un par de palabras que juntas no hacían sentido -aunque había tratado de descifrarlas le fue imposible- con el tiempo se hicieron más fuertes y confusas, lo cual le dificultó aún más sus intentos por comprender aquel mensaje.

Hornet seguía divagando en sus pensamientos y recuerdos antes de que la realidad la sacara de los mismos con un grito.

—¿Hornet?... ¡Hornet!— Gritó Quirrel.
—¿!Que quieres idiota?!— Le respondió la gobernante de nido profundo
—Hornet, llevas 2o minutos mirando hacia la nada ¿Estás bien?— Cuestionó Quirrel, recientemente Hornet había estado actuando un poco extraña, se quedaba viendo hacía la nada durante demasiado tiempo pérdida entre sus pensamientos, siempre trataba de hablar con ella acerca del tema pero ella siempre le respondía con evasivas, no era que no confiara en ella simplemente la preocupación -junto con su insaciable curiosidad- lo carcomían, esto junto con que Hornet no era alguien muy comunicativa respectó a sus problemas lo tenían pensando y sobrepensando sobre posibles escenarios de lo que podría estar pasando.

Penumbras del VacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora