Soulmates (Rosella)

Capítulo 17

Nuestro camino a la reserva en su mayor parte fue silencioso nadie decía nada, decidí transformarme de nuevo, todo lo que necesitaban saber estaba en mi cabeza, dejé que vieran todo, ya no tuve que ocultarles nada más.

- No puedo creer que no te dieras cuenta, Bella - Quil dijo con burla. Todos rieron menos yo.

- Jamás había escuchado sobre los fríos, no sabía nada más aparte de lo que había en las leyendas ¿Qué esperabas de mí? - Más risas.

- Déjala, Quil, es obvio que estaba cegada por el amor - Hasta Leah se burlaba de mí - Ya sabes lo que dicen "El amor es ciego"

- "Ojos que no ven, corazón que no siente" - Siguió Jacob. Hasta Sam se burlaba de mí.

- Ustedes son insoportables - Bufé y seguí caminando - Jacob, tú las conociste ¿Por qué no te diste cuenta?

- Bueno... Yo tampoco había visto nunca a un frío... - Todos comenzamos a reír, incluido el moreno.

- Bueno, realmente no hay que culpa a nadie, no sucedió nada malo... Sin embargo, debo disculparme, había escuchado algo sobre los Cullen por parte de los ancianos de la Reserva mucho antes de siquiera entrar en fase, pero no estaba seguro.

- No es nada, tampoco cambia muchas cosas, ella sigue siendo mi impronta - Le resté importancia.

- Hablando de eso... ¿Los vampiros también tienen algo así como una impronta? - Leah le puso voz a una pregunta que había recorrido el fondo de mi mente - Tal vez por eso el vínculo también le afectó y por eso en el momento en el que estuvieron juntas luego de esas horribles semanas, ella también mejoró.

- Esa es una buena teoría, pero no hay mucha información adicional en los libros Quileute, nuestros antepasados nunca tuvieron razones para hacer más preguntas... Créeme, leí mucho - Contesté.

- Entonces sólo queda preguntarle a los Cullen, creo que estarán más que encantados de responder tus preguntas - Sam habló de nuevo - Por cierto, estuviste admirable en la reunión, bien hecho.

- Sam tiene razón, muy pocas veces la tiene... Pero sí, lo hiciste genial, B - Sentí el orgullo de la manada hacia mí - No vayas a llorar, no quiero mocos en mi pelaje - Todos reímos nuevamente.

- Gracias, chicos, significa mucho para mí, me alegra no haberlos decepcionado.

- Hey, cambiando de tema, parecen agradables a pesar de su olor - Quil comentó - Aparte los rubios dan algo de miedo.

- Ya me acostumbré pero al principio hacia que mi nariz picara... Rosalie y Jasper son... Bueno, sí, yo también les tengo miedo.

- Lo sé, sentí que mi ojos lagrimeaban por el olor, el día que las conocí mi lobo estuvo muy inquieto pero al ver que no había hostilidad preferí alejarme... Pero la pequeña es bastante amable.

- A mi me encantaría una pelea cuerpo a cuerpo contra el grandote, le ganaría - Comentó Quil a lo que no pudimos evitar reír - ¿Qué?

- Por favor, él te partiría por la mitad en un segundo - Contestó Leah lo que todos estábamos pensando - Teniendo en cuenta de que jamás hemos peleado con un vampiro antes... La señora me recordó mucho a mamá, obviando la parte de la piel pálida, los ojos, etcétera.

- Ella ha sido muy buena conmigo... Hablando de eso ¿Qué han pensado respecto a la cena de ésta noche?

- No iré, Emily me espera ésta noche, quizás en otra ocasión - Podía sentir su necesidad de volver con su impronta, se sentía igual que la mía.