Soulmates (Rosella)

Capítulo 29 (+18)

Podía escuchar de fondo los sonidos y aromas de la naturaleza, las hojas volando, los pájaros cantando, el latido constante y rápido de los animales, el olor de la tierra húmeda pero nada me traía más calma que el olor de la mujer que estaba enroscada en mi cuerpo.

- Buenos días, cariño - Su angelical voz calló todos los demás sonidos que nos rodeaban.

- Buenos días, Ángel - Mi voz salió ligeramente ronca, la rubia tembló suavemente contra mí y un gemido casi imperceptible salió de su boca, reí entre dientes - ¿No fue suficiente toda lo noche?

- Nunca tengo suficiente de tí, Isabella - Mi corazón aceleró su velocidad para satisfacción de Rosalie - Además, si tú no tuvieses que descansar habríamos continuado por horas... - La burla en lugar de molestarme me llenó de felicidad.

- En una relación no puede haber dos personas perfectas ¿Sabes? El mundo perdería su equilibrio... - Ella comenzó a reír en mi pecho y no pude evitar imitarla. 

- Eres tan tonta - Habló entre risas hasta que se detuvo de golpe - Entonces... ¿Seguimos?

Mi corazón dió un vuelco, la lujuria inundó mi cuerpo y los olores de nuestra excitación llenaron el ambiente.

- Trataré de seguir tu ritmo, chica perfecta - Sonreí de medio lado, sabía que ella vería el hambre en mis ojos.

No le di tiempo a responder cuando cambié nuestra posición y comencé a bajar haciendo un camino de besos, lamidas y mordidas por su cuerpo hasta llegar a su centro, ella contuvo el aliento y yo exhalé en su punto, un jadeó escapó de su boca, eso era música para mis oídos.

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Luego de varias horas decidimos que era suficiente, bueno, no lo era realmente pero necesitábamos alimentarnos.

Salté por la ventana transformandome rápidamente a mi lobo, podía escuchar a Rosalie detrás de mí poniéndose algo de ropa para finalmente saltar y aterrizar justo a mi lado.

La miré y me recibió con una dulce sonrisa, comenzamos a correr a través de los árboles con una velocidad impresionante.

Mi olfato se concentró en los animales que nos rodeaban, paramos en un lugar cubierto de árboles. Sabía por su cara que ya había encontrado a su presa.

Corrió mientras yo la seguía un poco lejos, no quería interferir con su caza. Me asombré al ver sus rápidos movimientos, rompió el cuello del gran oso y comenzó a beber con avidez.

Mi concentración fue interrumpida cuando un pequeño zorro llamó mi atención, no le di siquiera oportunidad de correr cuando mis mandíbulas se cerraron prácticamente devorando todo su cuerpo. Durante la ultima semana había aprendido que comerme a mí presa entera, estando en fase, saciaría tanto mi sed como mi hambre.

- Eso fue salvaje, incluso para mí - Rosalie dijo con risa en su voz. Giré a su dirección y le di lo más cercano a una risa que podía darle en éste estado.

Volví a mí forma humana sorprendiendo a la mujer frente a mí, ahora sus ojos eran de un dorado brillante al igual que el mío.

Corrí para tomar su cintura y besar su boca, ahora podía sentir los suaves rastros de sangre en su lengua, no era asqueroso, era incluso placentero.

- Sabes tan bien, Rose - Susurré en su oído, su cuerpo se tensó bajo el mío.

- Puedo decir lo mismo de tí, mi dulce Bella - Ataqué de nuevo sus labios con hambre.

Parece ser que una vez que empiezas tu vida sexual con tu impronta es difícil parar.

Agarré sus muslos levantándola del suelo mientras su espalda chocaba contra un árbol por mi impulso.