❚𝘋𝘰𝘴 𝘊𝘰𝘱𝘢𝘴 𝘠 𝘔𝘢́𝘴❚ [Recopilación de One-shots]

. Obsesión .

[Contenido narrado explícito sexual]

⚠️Esta historia ya tiene libro propio⚠️

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Aquel camión de mudanza ya estaba partiendo del lugar, el albino el cual observaba curiosamente desde la comodidad de su habitación a través de la ventana como una venía a establecerse en su edificio una nueva vecina.
Él estaba emocionado, pues Ignis era alguien bastante sociable con todos los que lo rodeaban, eso se incluían todos sus vecinos. Todos adoraban a aquel joven universitario el cual optó por vivir solitariamente en aquel apartamento para poder asistir a sus clases.
Se destacaba bastante en el ámbito escolar e incluso con buena normas morales, sobresalía del resto haciendo que todos quieran estar junto a él.

Su nueva vecina aún estaba allí abajo junto a todas sus cajas con sus pertenencias dentro, tenía puesto un sombrero de paja elegante el cual cubría por completo su cabeza. El albino pudo suponer que era una mujer joven ya que tenía un vestido rosa incluyendo qué su cuerpo desde su punto de vista se veía pequeño.
Decidió entonces salir de su habitación con prisa para ir a ayudarla. Debía de dar una buena impresión a la nueva integrate de aquel edifico.

—¡Buenos días Ignis! —Era Ilea la cual justo estaba saliendo de la puerta que daba inicio a su hogar, ella e Ignis eran vecinos los cuales vivían frente al otro.
Buenos compañeros en pocas palabras. —¿A dónde irás hoy?

—¡Buen día Ilea! ¡Iré a ayudar a la nueva vecina! —Dijo fuertemente mientras empezaba a bajar aquellas escaleras velozmente.
Aquel apartamento tenía en total cuatro pisos, él vivía en el segundo junto a tres personas más.
Ya al llegar a la planta baja, pudo toparse con la señora Violet, residenta del cuarto piso. —¡Buenos días tía Violet! Hoy luce radiante.

En el rostro del albino deslumbraba una gran sonrisa a aquella pelimorada la cual no dio ni un solo saludo de respuesta, solo siguió con su paso. Ignis simplemente rodó los ojos mientras cambiaba su rostro a uno asqueado, existían personas las cuales el odiaba con todo su ser.
Sin embargo si expresión cambio a una de emoción al ver como detrás de aquellas puertas de cristal se encontraba justo en la vereda, una fémina con vestido rosa y un elegante sombrero de paja, sin dudas ella era la nueva vecina.

Ya al estar cerca, empezó a acomodarse bien su corto cabello mientras que con pasos largos abrió aquellas puertas para poder ir junto a la nueva residenta.

—¡Buenos dia- —Inmediatamente al poner un pie fuera del establecimiento, tropezó con una de las cajas qué estaba en el camino cayendo así de rostro sobre el pavimento.
Aquella fémina soltó un grito de susto mientras iba a auxiliarlo rápidamente entre sus brazos.

—¡¿Estás bien?! —Ella se había arrodillado para poner la cabeza del albino sobre sus piernas tratando de revisar si su rostro salió herido.
Sin embargo, Ignis pudo apreciar así el rostro de aquella chica. Ella tenía los ojos tan azules como el mar, como también el cabello tan rojo como las fresas, sin dudas era hermosa.
Por aquel pensamiento, el albino se ruborizo. De un salto de había levantado de nuevo totalmente nervioso, no esperaba que su propia vecina lo coloque sobre sus propias piernas.

—¡Si! Disculpame... Soy un poco torpe... —Decía el albino mientras rascaba su nuca de manera nerviosa, no esperaba que así saliera su primera impresión. —Mi nombre es Ignis, ¿Eres la nueva vecina, verdad? —Aquella pelirroja simplemente asintio mientras se ponía de pie para ir a recojer en brazos una de las cajas. —¿Me dejarías ayudarte?