. Domando Al Lobo Feroz .

354 14 22
                                    

[Especial por halloween]

[Contenido narrado explícito sexual]

[Ignis x Selena]

El bosque, un lugar extenso donde podremos encontrar una gran variedad de animales y plantas. Pero que tal si hablamos de uno encantado en el cual existen varias criaturas antropomorficas qué viven dentro de aquel lugar.

Aquel bosque encantado se encontraba en medio de un pueblo el cual abarcaba gran parte de él, todo aquel que intentase tan solo el talar o dañar algún solo árbol era maldecido a morir de la peor forma posible el cuál imposibilitó el deshacerse de aquel bosque. El pueblo que residia en los alrededores les dificultaba el pasar al otro pueblo ya que para ello deberían ingresar dentro del lugar encantado.

Contaban las leyendas y mitos qué todo aquel que entrará dentro no salía de allí con vida, pero si por alguna extraña razón lograba salir ileso es por que estaba bendecido por algún ser antropomorfico. Esos seres decían que estaban malditos por el mismo diablo, eran el intento de copiar la creación de Dios por lo cual salían de manera desigual a lo que sería el humano común. Parecían más bien la mezcla entre un animal y un humano, algo raro y casi imposible de ver fácilmente a menos que decidas ingresar en su territorio.

El ser bendecido por ellos no significaba qué estarías a salvo de una trágica muerte.

Todos los pueblerinos temían pasar por allí, por lo tanto decidían rodear el bosque si querían llegar al otro pueblo que se encontraba al extremo del bosque. Sin importar si debían pasar días caminando al rededor por el gran tamaño del lugar.

Pero para una simpática pelirroja con caperuza roja y un vestido a rayas no le importaba. Desde que tenía siete años solía pasar por aquel bosque en busca de moras y nueces para sus exquisitos postres, habían pasado veinte años desde que salía ilesa de ese bosque. Nunca se cruzó con algún ser creado por el diablo o mucho menos contrajo alguna enfermedad mortal.
En estos momentos estaba a punto de volver a ingresar en aquel bosque, esta vez para ir junto a su padre que vivía en el pueblo alejado. Habían dos formas de ir hasta allí, la primera sería rodear el bosque lo cual tardaría al menos unos dos días como máximo en llegar, pero la segunda opción le parecía mejor ya que atravesar el bosque y llegar de manera rápida en menos de medio día era mucho mejor.

Ya al adentrarse en el bosque, la luz empezó a ser escasa por la cantidad de frondosos arboles qué cubrian el interior con sus largas ramas llenas de hojas. La cantidad de arbustos con moras era increíble, habían demasiadas por doquier e incluso podían apreciarse varios animales inofensivos por doquier.
La pelirroja apreciaba con la mirada todo lo que la rodeaba, sin dudas era hermoso.

Hasta que de repente al estar en lo profundo ya del bosque detuvo su caminar soltando un suspiro. Bajo en el suelo la canasta con dulces qué le preparo a su padre, podía sentir como alguien la estaba observando a la par que caminaba.
Decidió recoger una rama qué estaba a sus pies para luego blandirla hacía un arbusto cercano.

—Muéstrate y no saldras herido.

Del arbusto tembloroso salieron un par de orejas de lobo blancas. La pelirroja solo miro confundida, no esperaba que un lobito travieso esté merodeando cerca.
La pelirroja decidió entonces bajar el palo, pues solo sentía que era un animal inofensivo el cual estaría en busca de alimento.

—Es mejor que te vayas y busques a tu madre. Adiós.

Y así Selena volteo y siguió con su curso, sin embargo unas manos con garras largas la atraparon sosteniendo su busto. Ella simplemente se sorprendió por el acto, por lo tanto dirigió su mirada hacia atrás encontrándose con las mismas orejas blancas sin embargo estaban en la cabeza de un hombre albino quien estaba jadeando.

❚𝘋𝘰𝘴 𝘊𝘰𝘱𝘢𝘴 𝘠 𝘔𝘢́𝘴❚ [Recopilación de One-shots] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora