. Misión Secreta .

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[Contenido narrado explícito sexual +19]

Erast y Erede son dos países gemelos, mismo kilómetro, misma cantidad de habitantes como también de cultura, incluso los mismos lugares turísticos, uno era la copia del otro; sin embargo esto solía ocasionar disputas políticas entre ambos países por los extraños parentescos.

Había rumores circulando de que se aproximaba una guerra entre ambas naciones, esto escandalizaba bastante a los civiles qué intentaban vivir en paz. Por esto, Erast mantenía el perfil bajo por estos rumores, aunque en secreto mantenía a sus mejores espías y chivos espiatorios dentro de Erede, entre los mejores espías se encontraba Ignis Von Patus siendo el más reconocido como también exitoso en todas sus misiones, no había nada del cual pidiera escapar de sus manos.

Erede no quería quedarse de brazos cruzados, por lo tanto solían enviar a sus mejores ministros para llegar a un acuerdo pacifico aunque siempre terminaba en un acuerdo nulo. Erast decidió poner entonces en marcha una nueva operación secreta en la que involucraría a su mejor espía en la cámara de senadores. El tendría que disfrazarse como un político del lugar para poder persuadir a los demás, así lograr un acuerdo para que este a favor de Erast.

—Si ya no hay más indicaciones me retiro. —Decía un frialdad el albino a la mujer que tenía frente suyo, ella se encontraba en su escritorio.

—Deberás tener cuidado Ignis, no podemos confiarnos de los ciudadanos Eredanos—Decía la chica de cabellos rosados. —Sabes que esta misión durará varios meses, por lo tanto si llegara a fallar no tendremos más opción que abandonarte.—El albino solo rió a carcajadas.

—Jaja... ¿Yo? ¿Fallar una misión? No seas tarada Sherine.

Con esas palabras el albino abandonaría la habitación sin saber que esa misma noche sería emboscado al intentar ingresar a Erede.

Mientras tanto en Erede

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Mientras tanto en Erede...
Una sede corrupta de espías estaba organizando un atentado en contra de Erast, estos mayormente se mantenían ocultos de la policía antiespias de Erede.

¿Pero que es lo que hacían?

Ellos querían la destrucción total de Erast, querían una guerra el cual el país contrario cayera, así agarrarían más territorio y comenzarían a acaparar esas tierras para volverse poderosos.

No solo tenían espías, tenían sicarios como también ladrones y políticos ocultos. Solo necesitaban intensificar la tensión entre ambas naciones para continuar con lo suyo.
Esa misma noche había llegado a la sede un mensajero, este estaba infiltrado en Erast para comunicarle a la sede todo lo que sucedía. Este había contado sobre el plan que tenían en su gobierno, iban a enviar a su mejor espía a infiltrarse entre los senadores como un canciller, así estos les prestarían atención.

La sede empezó a idear su propio plan, obviamente necesitaban detener al espía al cual iban a enviar... Entonces ¿Por que no hacer lo mismo?

—Oye Wels, traela. Y que sea rápido—Berr miraba los documentos traídos por el mensajero en la cual mostraban los datos del espía al cual enviarían la República rival. —Para ser considerado el mejor espía de tu país, eres demasiado fácil de atraer. —No solo mostraba la apariencia del espía en esos documento, sino también gustos como también hobbies. El castaño solo reía, pues ya sabia quien lograría hacerlo confesar hasta la última palabra.

❚𝘋𝘰𝘴 𝘊𝘰𝘱𝘢𝘴 𝘠 𝘔𝘢́𝘴❚ [Recopilación de One-shots] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora