Capítulo 04

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NIKOLÁI

Ara no vuelve.

MI ESPOSA NO VUELVE.

Llevo comiéndome la cabeza desde hace 8 horas y ellos no vuelven.

Y soy idiota, pero no ciego, fue evidente percibir el significado de las caricias y la forma de confianza que ellos dos se cargaban mientras ese tal Alekei y Ara "investigaban".

Esta claro que está más que pillado de mi esposa.

Y pero aun, se nota que han tenido algo en el pasado.

Y me da igual si es considerado indecoroso, la forma en la que ella se refugió en él y él la tomo de la mano alejándola de mí, me lleno de una sorpresa jodidamente molesta que por un segundo me paralice y no supe que hacer.

Estuve a punto de seguirlos si no fuera porque Giovanna me detuvo y mencionó que le diera tiempo.

Era claro que el tal Alekei intentaba quedar como el héroe o el único comprensivo en la situación.

Será metiche.

Para colmo estaba apunto de hablar con Ara.

Estaba seguro que dejaríamos el tema odio - rencor de la lado y estableceríamos unos términos adecuados para encontrar a nuestro hijo a salvo.

Porque aunque no lo recuerde, me niego a abandonarlo.

Es mío o mía.

Pero voy a ir hacia mi legado.

Quiero llegar a Ara y dejárselo claro.

Decirle que quiero hacerlo a su lado como aliado, pero claro, ahora menos que nunca me haría caso alguno.

Ya esta anocheciendo y ellos siguen sin aparecer.

No quiero pensar mal, pero lo hago.

¿Se habrán acostado?

Mierda.

Aprieto la mandíbula negando a imaginar esa imagen en mi cabeza, mientras yo aun estoy aquí sin recordar absolutamente nada.

De todas maneras no debería preocuparme.

Ella sabe cuidarse sola.

¿O no?

Joder.

Seré sincero conmigo mismo. Me molesta.

Solo que no se bien como reconocerlo.

Quizás simplemente me molesta que se la llevara de esa manera, ignorando totalmente mi presencia.

Iba a hablarle, es solo eso. Y me jode que no me haya dejado.

- Hey ¿Todo bien hermano? - pregunta Ryls sentándose a mi lado.

Asiento.

- ¿Piensas en ella verdad? - cuestiono y yo niego.

Me siento estúpido justo ahora.

Ryls se ríe como si atrapara fácilmente mi mentira.

- ¿Sabes? No importa en la situación en la que ambos se encontraran. Si se olvidaban o incluso dañaban. Ustedes siempre estuvieron hechos para estar juntos. Eran la pieza faltante del corazón del otro otro.

Parpadeo.

- ¿Cómo sabes eso? - pregunto y este sonríe con una calma que ahora envidio.

- Porque incluso antes de conocerse ustedes ya eran jodidamente parecidos. Eran lo que siempre le faltaba y complementaba al otro, por eso yo te llamé para que la conocieras. Al conocerse, conectaron y el sentimiento parece haber sido inmediato. Eran ustedes, juntos todo lo que siempre necesitaron. Y eran tontos si no se daban cuenta que algún día iban a terminar casados, con hijos y un perro en una casita cerca al mar. Puedes creerme o no, pero hermano, no creo que haya seres en el mundo que se amen tanto como ustedes dos. Prometieron en su propia boda una ley que sobrepasaba cualquier barrera y esquema con tal de estar el uno para el otro. Fueron más allá y estoy seguro que sin importar que, siempre se volverán a encontrar y se volverán a amar.

MI DIAMANTE DESEADO ♤ LIBRO 3 ♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora