Capítulo 19

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NIKOLÁI

- ¿Estás seguro de esto? - pregunta Ryls de nuevo.

- Lo estoy. Necesito seguridad para Ara y para hijos. Necesito acabar con esto ya.

- Nikolái si te pasa algo...

- Voy a lograrlo, parece imposible pero debo matarlo. Es eso o Ara nunca estará a salvo.

Ryls termina de escucharme y se pasea por la habitación nervioso.

- Déjame ir contigo. En las buenas y en las malas. ¿Lo olvidas?

Frunzo el ceño viéndolo divertido.

- Recuerdo esos votos con mi esposa, no contigo.

- Nuestro amor es igual de poderoso. Voy contigo. - se arma de valor yendo por sus armas.

Niego suspirando sabiendo bien que nada lo hará cambiar de parecer.

- Listo, ahora ¿Cómo distraeremos a los demás? - pregunta y yo volteo a la otra habitación donde mi esposa y mis hijos descansan.

Sonrío pensando en Alec.

- Ahora lo arreglo.

ALEC

- ¿Dónde esperas que este mientras ustedes están al otro lado del país? - pregunto mirando incrédulo a Nikolái y Ryls a la vez.

- Serás nuestro escudo. - responde Nikolái y no lo entiendo hasta que saca un teléfono y unos audífonos ultimo modelo.

- Se que los reconoces de la policía y el FBI. Si algo sale mal, irás y te asegurarás que maten a todos. No debe quedar nadie del ejercito de Yakovlev aunque eso nos mate a nosotros.

Parpadeo intentando entender la locura de mi hermano y su primo.

- ¿Por qué...se supone que haríamos un plan, porque ahora si...?

- Ara es mi prioridad. Necesito que este en paz. Y si tengo una oportunidad de acabar con su tormento, lo voy a intentar. Así que ayúdame hermano.

Me había dejado impresionado.

Una de las pocas veces que me llamaba hermano y lo decía casi desesperado.

Asentí tomando los aparatos y yendo hacia mi auto.

Los demás aun dormían, así que sería sencillo.

Según Ryls, Ara y los demás estarían avisados que habíamos salido para intentar conectar con nuestro pasado.

Nikolái tomaba el otro auto junto con Ryls, dejando una ultima señal para mí.

Doce del día sería la hora de llegada al territorio de Marcos. 

Yo solo debía esperar su señal.

Y rezar por sus vidas.

Eso haría.

En el momento exacto, un escudo los protegería.

A los segundos, el conteo comenzó.

NIKOLÁI

Habían pasado dos horas desde que el avión había aterrizado cerca de la torre principal del palacio de Marcos.

Todo lleno de militares y guardias por todos lados.

Según informes de Alec, los que habían apoyado a Marcos en la reunión de la pirámide estaban ahí, completamente armados.

Apunto de celebrar el cumpleaños de ese desgraciado.

Quedaban dos días para eso.

Y ni un solo momento deje de pensar en Ara.

En el rostro de mis hijos.

MI DIAMANTE DESEADO ♤ LIBRO 3 ♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora